El presidente turco pone en solfa la política antiterrorista de Bélgica un día después de los atentados de Bruselas. En una comparecencia de prensa, Recep Tayyip Erdogan ha asegurado que su país detuvo y expulsó a Ibrahim El Bakraoui el pasado verano. Ibrahim es el kamikazes que se inmoló este martes en la terminal del aeropuerto bruselense de Zaventem.
"Advertimos a las autoridades belgas, pero éstas lo dejaron en libertad por no disponer de pruebas contra él", ha aseverado Erdogan. Las autoridades turcas deportaron al presunto terrorista a Holanda y también advirtieron a las autoridades de ese país. Según una fuente oficial turca consultada por la agencia Associated Press, Holanda también desoyó a Ankara y dejó libre a El Bakraoui.
La expulsión se produjo el pasado mes de julio tras ser detenido en la frontera con Siria. Fuentes de la presidencia turca consultadas por Reuters han apuntado que Bélgica no encontró en Ibrahim una "conexión terrorista" a pesar de que tenía un perfil terrorista para Turquía. "Bélgica ignoró nuestras advertencias", ha sentenciado Erdogan.
Según The Guardian, Ibrahim fue detenido a instancias de una investigación de la policía turca, que sospechaba de sus conexiones con el terrorismo yihadista, pero no había ninguna pista sobre su "perfil terrorista" en los organismos de inteligencia europeos.
El ministro belga de Justicia, Koen Geens, ha precisado que para Bélgica Ibrahim El Bakraoui era sólo "un delincuente común" y ha subrayado que no fue deportado a Holanda.
La policía belga, en entredicho
El presidente turco ha condenado los ataques de Bruselas que "no pueden suponer una amenaza a la libertad" y ha subrayado que no hay diferencias entre los terroristas que atacan Turquía y los que ponen bombas en Europa.
Desde los atentados de París, han surgido voces que han puesto en duda la eficacia del espionaje belga y los problemas de organización en la policía del país en materia antiterrorista. Hasta las autoridades galas apuntaron que falló el intercambio de información entre los países vecinos tras el 13-N. También se ha hablado de la escasez de recursos en los diferentes cuerpos policiales.
Ibrahim Bakraoui se inmoló junto a otro terrorista en el aeropuerto de Zaventem y ha sido identificado por sus huellas. Durante el registro del apartamento del barrio de Schaerbeek, la policía ha encontrado una nota en su ordenador en la que dejaba clara su preocupación por ser detenido: "Si espero, terminaré en una celda con Abdeslam".