Con la detención de Mohamed Abrini y Osama Krayem, Bélgica ha desarticulado el núcleo central del grupo yihadista responsable de los ataques del 13 de noviembre en París y del 22 de marzo en Bruselas. El objetivo de esta célula era atentar de nuevo en Francia, según ha asegurado este domingo la fiscalía belga. Al verse acorralados por las fuerzas de seguridad, los terroristas decidieron lanzar un ataque en la capital de la Unión Europea, que era el lugar en el que se escondían.
Las autoridades belgas tratan así de tranquilizar a una población todavía en estado de shock por el trauma de los atentados. También intentan enviar un mensaje de eficacia tras las críticas por los múltiples fallos de seguridad, que permitieron a los terroristas de París no sólo escapar a la persecución policial durante cuatro meses sino también preparar nuevos atentados. Pero la investigación de los ataques de París y Bruselas todavía adolece de varios cabos sueltos. Estos son los más importantes.
1.¿Es realmente Abrini el tercer terrorista del aeropuerto?
Abrini ha sido imputado este domingo con los cargos de pertenencia a grupo terrorista, asesinatos terroristas y tentativa de asesinatos terroristas por su participación en los atentados de Bruselas. Sin embargo, la única prueba de que sea el tercer terrorista de Zaventem (el “hombre del sombreo” o el “hombre de blanco”) parece ser su propia confesión.
El sábado a media tarde, la fiscalía envió un comunicado en el que admitía que “todavía no es posible pronunciarse sobre si Mohamed Abrini es o no el tercer hombre presente en los atentados del aeropuerto”. Dos horas y media más tarde (a las 19:08), los fiscales confirmaban que Abrini era el “hombre del sombrero”. “Tras confrontarle con los resultados de diferentes análisis de expertos, confesó su presencia en la escena del crimen. Explicó que había tirado su chaqueta a una papelera y que había vendido su sombrero”, dijo la fiscalía en otro comunicado.
Para el experto belga en terrorismo yihadista Pieter Van Ostaeyen, esta confesión no resulta creíble y su único objetivo es proteger al resto de la célula terrorista que todavía no ha sido detectada por las fuerzas de seguridad. “No puedo creer que alguien con una función tan importante en el Estado Islámico declare de repente: esto ocurrió así y yo vendí el sombrero. No lo creo ni por un minuto”, ha dicho Van Ostaeyen a la prensa belga.
Lo que sí que está confirmado es que Abrini, detenido el viernes en Bruselas, participó tanto en los atentados de Bruselas como en los de París. Su ADN y sus huellas se ha encontrado en el piso del barrio bruselense de Schaerbeek del que salieron los terroristas que atentaron contra el aeropuerto de Zaventen. También estaban en un Renault Clio utilizado en los atentados de París, según ha dicho la fiscalía. Abrini fue grabado el 11 de noviembre por una cámara de seguridad en compañía de Salah Abdeslam, el octavo terrorista de los comandos del 13-N, en una estación de servicio de Ressons, a las afueras de la capital gala. Desde entonces existía contra él una orden internacional de busca y caputar.
2.Una bolsa de explosivos que aún no se ha encontrado
Lo que sí ha confirmado la fiscalía belga sin ningún genero de dudas es que Osama Krayem, otro de los detenidos el viernes, es el segundo terrorista que estaba presente en el ataque en la estación de metro de Maelbeek, en el que se inmoló el kamikaze Jalid El Bakraui. Krayem, de nacionalidad sueca, fue además el que compró en un centro comercial de Bruselas las bolsas utilizadas en los atentados.
El problema es que este segundo terrorista del metro llevaba el día de los atentados una bolsa similar a la de El Bakraui. Esta bolsa, que podría estar llena de explosivos o armas, no se encontró en el momento de su detención. La policía ha descubierto este sábado el piso en el barrio de Etterbeek del que salieron los dos atacantes del metro. Pero tampoco allí estaba la bolsa sospechosa, según ha informado la cadena RTBF.
Krayem fue a combatir a Siria a principios de 2015. El 20 de septiembre se registró como refugiado, con el nombre falso de Naïm Al Hamed, en la isla griega de Leros. A principios de octubre, fue recogido por Salah Abdeslam en la localidad alemana de Ulm. Junto a él estaban Amine Choukri, ya detenido, y una tercera persona que podría ser otro terrorista todavía huido, según la RTBF.
3.¿Quieren fabricar los terroristas armas biológicas?
Uno de los sospechosos detenidos tras los atentados de Bruselas llevaba en su mochila ingredientes que la policía belga sospecha que podrían utilizarse para fabricar armas biológicas, capaces de contagiar enfermedades como el tifus, el tétanos, el botulismo o el cólera. El aviso policial interno ha sido publicado por el periódico La Dernière Heure.
El material en cuestión se encontró en la mochila de Abderramán Ameurud, detenido en el barrio bruselense de Schaerbeek el 25 de marzo. La mochila contenía “una bolsa de plástico con tres carnets de identidad entre excrementos y testículos de animales”. “Si se almacena una combinación de ingredientes de este tipo durante diez días en un lugar oscuro, puede provocar una reacción tóxica. Se puede encontrar esta información en algunos foros yihadistas”, dice la nota policial. “Tenemos buenos motivos para creer que el Estado Islámico o sus partidarios están experimentando armas biológicas”, concluye la policía.
La fiscalía belga ha restado importancia a esta amenaza. La mochila de Abderramán Ameurud “no contenía ningún material que pudiera haber servido en ningún momento para fabricar un arma biológica. Varios tests de laboratorio lo han demostrado”, ha dicho en un comunicado.
4.El papel de Abdeslam en Bruselas
Una de las principales incógnitas de los atentados de Bruselas es si Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos que atacaron París el 13-N, tenía previsto participar en la nueva masacre o al menos conocía los planes. Abdeslam fue detenido en el barrio bruselense de Molenbeek el 18 de marzo, apenas cuatro días antes del 22-M. Los expertos antiterroristas creen que su arresto precipitó los ataques de Bruselas.
Su abogado, Sven Mary, ha asegurado que Abdeslam no ha sido imputado por los ataques de Bruselas ni va a serlo. El octavo terrorista de París, que se encuentra en una prisión de máxima seguridad en Brujas, está pendiente de ser extraditado a Francia en los próximos días.