La octava jornada de movilizaciones contra el proyecto de reforma laboral que pretende sacar adelante el Gobierno francés se celebró hoy en un clima de creciente crispación, que degeneró en disturbios en diferentes puntos del país.
El pulso que los principales sindicatos y el Ejecutivo de Manuel Valls libran por cuenta de las modificaciones al código de trabajo regresó a las calles, al tiempo que continuó, un día más, en sectores capitales de la economía francesa como el transporte, los combustibles o el abastecimiento eléctrico.
La escasez amenaza a las gasolineras, de las cuales entre un 20 y un 30 % han agotado sus reservas, como consecuencia de que seis de las ocho refinerías del país se hallen total o parcialmente paradas, según la Unión Francesa de Industrias Petroleras (UFIP).
Tampoco se libran desde la noche del miércoles las 19 centrales nucleares del país (que generan más del 75 % de la electricidad), cuyos 58 reactores no han sido apagados, pero sí han experimentado una baja de carga, que en la mañana de hoy era de 5.000 megavatios.
Mientras, la huelga de controladores aéreos organizada en el marco de las protestas acarreó esta jornada la cancelación de 105 vuelos en el aeropuerto parisino de Orly. Un portavoz de la Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) subrayó a Efe que las cancelaciones fueron conformes a las indicaciones que se habían dado a las compañías aéreas para que redujeran en un 15 % su programa en Orly.
77 detenidos
Pero el día era hoy de los manifestantes, que salieron en buen número (aunque sin llegar nunca a ser manifestaciones masivas) para hacer oír su voz frente a lo que consideran una rendición del Gobierno socialista ante las políticas neoliberales.
Unas 153.000 participaron en todo el país en las marchas, según las autoridades, unas cifras que los sindicatos elevaron hasta los 300.000. Según el ministerio francés del Interior, 77 personas fueron detenidas en todo el país, de ellas 36 en la capital, y 15 agentes de las fuerzas de seguridad resultaron heridos en los enfrentamientos.
Unas 20.000 personas según la Policía participaron en la marcha de París, entre las céntricas plazas de la Bastilla y Nación.