El último dictador de Argentina, el general Reynaldo Benito Bignone, que tras la derrota en la guerra de las Malvinas contra Gran Bretaña en 1982 llamó a elecciones y entregó el poder en 1983, fue condenado a 20 años de prisión por los crímenes perpetrados en el 'Plan Cóndor' durante los años 70.
El tribunal oral criminal número uno ha impuesto este viernes ese castigo al ex tirano, ahora de 88 años, que ya purgaba dos cadenas perpetuas anteriores. Y, asimismo, ha aplicado condenas de entre 25 y 8 años a otros 14 ex uniformados. A su vez, ha absuelto a dos enjuiciados.
Para los jueces del tribunal, Adrián Federico Grünberg, Oscar Ricardo Amirante y Pablo Laufer, todos los condenados en este juicio, son culpables de haber perpetrado crímenes calificados como de lesa humanidad –torturas y asociación ilícita- en contra de 105 personas en total.
Esas víctimas del 'Cóndor' -un plan de cooperación represiva entre las dictaduras del Cono Sur latinoamericano - eran de distintas nacionalidades. Había 45 uruguayos, 22 chilenos, 14 argentinos, 13 paraguayos, y 11 bolivianos. La mayoría de ellos fueron secuestrados en Argentina, pero también hubo desapariciones en Paraguay, cinco; Uruguay, cuatro; Bolivia cuatro; y Brasil, tres.
El juicio había comenzado hace tres años, en marzo de 2013. Los acusados sentados en el banquillo sumaban 25. Entre ellos destacaba el ex dictador Jorge Rafael Videla, que tenía 87 años y ya afrontaba tres condenas a prisión -dos a perpetua y otra a 50 años-. Pero Videla moriría dos meses después, en su celda de la prisión de la localidad de Marcos Paz, y otros también fallecieron. La lista de condenados se ha completado con Santiago Omar Riveros (25 años).
Otros condenados han sido: Eduardo De Lío (12), Carlos Caggiano Tedesco (12), Antonio Vañek (13), Eugenio Guañabens Perelló (13), Humberto Lobaiza (18), Felipe Alespeiti (12), Manuel Cordero Piacentini (25, uruguayo), Federico Minicucci (8), Néstor Falcón (12), Rodolfo Feroglio (20), Luis Sadi Pepa (12), Enrique Olea (13), y Miguel Angel Furci (25). Los absueltos han sido Carlos Tragant y Juan Avelino Rodríguez.
Un taller con la foto de Adolf Hitler en la pared
La base operativa del 'Cóndor' en Buenos Aires funcionó en "Automotores Orletti", un taller en desuso de automóviles en el barrio de Floresta, donde colgaba un retrato de Adolf Hitler y de día y noche sonaban marchas de Wagner. Allí iban a parar los secuestrados. La película argentina "Garaje Olimpo" -Premio Colón de Oro en el festival de cine de Huelva- recreó aquel el infierno.
Por allí pasaron en camino hacia su vía crucis el hijo y la nuera del Premio Cervantes de Poesía 2007, el argentino Juan Gelman. El 24 de marzo de 1976 los militares secuestraron a Marcelo Gelman Shubaroff, de 20 años, y su novia embarazada María Claudia Iruretagoyena García, de 18 años, militaban en la juventud peronista, afin a la guerrilla "Montoneros".
A él lo torturaron y vejaron en “Automotores Orletti” hasta terminar asesinado, entre el 4 y el 9 de octubre, de un tiro en la nuca. Metieron su cadáver en un barril de petróleo vacío que rellenaron de cemento y lo arrojaron a un canal del Río de la Plata. De allí fue rescatado recién a fines de los años 80. En cambio María Claudia estaba embarazada de ocho meses y terminó siendo 'obsequiada' a los represores de la dictadura de Uruguay.
Los militares uruguayos la trasladaron en avión a Montevideo y aguardaron al nacimiento de la niña. Dos meses después, se la arrebataron. María Claudia fue asesinada y aún no se sabe dónde escondieron el cadáver. Presumiblemente, yace en un cuartel del ejército de Uruguay. La nieta del Premio Cervantes, María Macarena, se crío con una familia de policías pero finalmente supo la verdad y se reencontró con su abuelo, fallecido en México en 2014.
El vuelo del 'Cóndor'
El plan criminal 'Operación Cóndor' nació en una cumbre encabezada, el 25 de noviembre de 1975 en Santiago de Chile, por el general Manuel Contreras, entonces jefe de la DINA, la policía secreta de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Eran años en que el ‘halcón’ Henry Kissinger dirigía el Departamento de Estado en Washington y los Estados Unidos, concretamente el Pentágono, instruía a las fuerzas armadas de América Latina en la lucha contra las izquierdas en el marco de la Guerra Fría.
La cumbre bautizó al plan con el nombre del ave típica de la cultura andina, Cóndor. Y sentó las bases para la coordinación represiva de las dictaduras de América Latina en la persecución, intercambio, y eliminación de sus respectivos opositores políticos exiliados, allí donde estuviesen.
Participaron los regímenes de Chile, Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay, y Perú. También, aunque en menor medida, Ecuador, Venezuela y Colombia.
Entre las víctimas más conocidas figuraron María Claudia Iruretagoyena, nuera del Premio Cervantes de Poesía 2007, Juan Gelman; el ex comandante del Ejército de Chile general Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert; el presidente del Congreso de Diputados de Uruguay, Héctor Gutiérrez Ruiz, y el senador uruguayo Zelmar Michelini, y el derrocado presidente de Bolivia Juan José Torres.
El vuelo del 'Cóndor' traspasó las fronteras de Latinoamérica. Por ejemplo, Orlando Letelier, ex ministro de Asuntos Exteriores del depuesto presidente chileno Salvador Allende, voló en 1976 por el aire dentro de su automóvil por una bomba lapa, en Washington. La habían colocado un agente de la DINA y otro de la CIA.
Esta suerte de ‘internacional de la muerte’ incluso llegó hasta Madrid. El cadáver de la argentina Noemí Gianotti viuda de Molfino fue encontrado en los apartamentos de la calle Tutor 37. La pericia médica detectó “paro cardiorespiratorio” por probable “intoxicación exógena”.
La mujer tenía una hija desaparecida en Argentina, otra refugiada en Francia, y un hijo preso político en Buenos Aires. Ella vivía exiliada en el barrio de Miraflores, en Lima, Perú.
Allí fue secuestrada el 12 de junio de 1980 por un grupo de militares peruanos y argentinos. La trasladaron a la fuerza a Bolivia y, luego, a Argentina.
Una vez en Buenos Aires fue enviada a Madrid, con la excusa de que en España podría encontrar a su hija Marcela y su yerno Guillermo Amarilla, ambos desaparecidos.
El 18 de julio ingresó por el aeropuerto de Barajas junto a dos hombres de nacionalidad argentina. Alquilaron un coche Simca 1200 en la agencia Avis y se marcharon a los apartamentos de la calle Tutor.
La noche del 19 de julio en la puerta del apartamento apareció colgando un cartel indicando ‘no molestar’ y los dos acompañantes de Molfino hicieron esa misma advertencia en la conserjería.
Dos días más tarde y ante el fuerte olor que emanaba del lugar, los conserjes violentaron la puerta. Encontraron el cadáver de Molfino sobre la cama y el aparato de aire acondicionado apagado.
Siempre se sospechó que la muerte se produjo mediante la aplicación de una sobredosis de ‘curare’, un veneno originario de Brasil utilizado en anestesias, que no deja vestigios en las vísceras.