Es la advertencia que ha lanzado el director del centro de análisis e investigación Real Instituto Elcano, Charles Powell: “Un voto a favor del brexit probablemente provocaría otro referéndum escocés, a medio plazo al menos, y eso a su vez animaría a los independentistas catalanes”, ha dicho en un debate organizado por su entidad y la Fundación Botín en Madrid acerca del referéndum británico del próximo 23 de junio.
“Si gana el brexit, el Partido Nacionalista Escocés va a intentar organizar cuanto antes un referéndum sobre la independencia, que en este caso podría tener éxito. Eso crearía una dinámica negativa desde el punto de vista de España (…) se establecería un precedente peligroso”, ha asegurado a este diario tras el debate.
Pero aparte de impulsar el soberanismo catalán, la salida de Reino Unido de los Veintiocho podría tener consecuencias nocivas para la economía española, ha afirmado Powell.
En un escenario donde el acceso de Reino Unido al mercado interior europeo fuera limitado, la inversión británica en España menguaría, las empresas patrias tendrían más dificultades para operar en el país isleño y la posible devaluación de la libra tras la ruptura reduciría el impacto del turismo británico en España, ha asegurado el experto durante el encuentro.
La salida de Londres decantaría además la balanza de poder en la Unión hacia París o el eje París-Berlín, lo que en opinión de Powell no beneficiaría a Madrid. Y el brexit reavivaría la cuestión gibraltareña, como anotó recientemente el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
“El brexit dificultaría la relación español-británica”, ha aseverado Powell. Ahora la Comisión Europea puede mediar en caso de conflicto entre Madrid y Londres, lo que, al parecer de Powell, es bueno para España.
Tras el encuentro, el experto ha dicho a EL ESPAÑOL que piensa que “España jamás va a volver a cerrar la verja como elemento de presión” y que elementos como la Convención Europea de Derechos Humanos impedirían al Gobierno actuar de “una manera mucho más dura” de cara a Gibraltar. Aun así, Powell sostiene que “los gibraltareños van a votar masivamente en contra del brexit, porque saben que Gibraltar, sin el apoyo de la Unión Europea, sería mucho más vulnerable frente a posibles actuaciones agresivas españolas”.
A pesar de las concesiones de Bruselas a Reino Unido logradas por su primer ministro, David Cameron, y las advertencias de autoridades dentro y fuera del país, el movimiento euroescéptico continúa avanzando en la sociedad anglosajona. A menos de un mes del plebiscito, el 41% de los británicos apoya irse, mientras que un 46% prefiere permanecer en la Unión, según el promedio de sondeos del Financial Times, si bien las encuestas fallaron enormemente a la hora de predecir los resultados de las últimas elecciones generales.
Expertos coinciden en que la participación puede determinar el resultado del referéndum de permanencia en la UE, donde el bando europeísta podría tener más dificultades para hacer que sus partidarios acudan a votar. Mientras, las campañas antieuropeas ganan la carrera por la financiación y ya han recaudado 12 millones de libras, frente a los nueve recabados por el bando del quedarse, reveló la semana pasada la Comisión Electoral británica.
“La gente quiere datos que confirmen lo que ellos ya piensan y cuando no les dan esos datos dicen 'quiero datos nuevos'”, ha afirmado Robert Niblett, director del think tank londinense Chatham House, en referencia a los informes emitidos por diversas instituciones sobre las consecuencias potenciales del brexit para Reino Unido.
Para Niblett, sin embargo, la cuestión de la inmigración es “clave” en el referéndum y afirma que el bando rupturista la ha utilizado políticamente de manera injusta, algo en lo que han coincidido todos los participantes del debate del Real Instituto Elcano. “El hecho de que la economía británica va bien es porque tenemos mucha inmigración del resto de Europa”, ha asegurado. “De esto no se habla”.
Reino Unido recibe alrededor de 180.000 inmigrantes comunitarios cada año y algunos partidarios de la salida de Reino Unido de la UE defienden que estos inmigrantes desbordan el estado del bienestar británico.
"Si fuera británico, me inclinaría por el 'brexit'"
Aunque opina que la actitud de rechazo a la inmigración por parte de algunos británicos es “escandalosa”, Pedro Schwartz, economista y miembro de la asociación de ideología liberal Mont Pelerin Society, confía en el brexit como mecanismo para lograr reformas profundas en la UE. “Si yo fuera británico me inclinaría por dar el electroshock del brexit a esta UE que tiene enfermedades mentales”, ha asegurado Schwartz, que denuncia que “desde el principio de la UE se ha intentado crear una federación europea a escondidas” y que el establecimiento del euro fue una “equivocación”.
Desvincular a Reino Unido de la cláusula de “cada vez más Unión” de los tratados comunitarios fue una de las apuestas de Cameron en sus negociaciones con Bruselas para reajustar el encaje de Reino Unido en la UE y evitar así el brexit. El premier logró, entre otras cosas, que tal concepto no se aplicara a Reino Unido. Pero, para Powell, Cameron ha obtenido “francamente muy poco” en la práctica.
El líder del Partido Conservador afronta una división creciente dentro de su formación entre antieuropeos y europeístas y su futuro político puede depender del resultado del plebiscito. Este mismo fin de semana, dos diputados conservadores atacaron a su líder en televisión al asegurar que Cameron había “mentido profundamente” y que podría enfrentarse a una moción de confianza tras el plebiscito.
"Si gana el brexit, Cameron deberá dimitir"
Preguntado sobre el futuro político de Cameron por este diario, Niblett ha afirmado que de ganar la salida de la UE en las urnas, “Cameron tendrá que dimitir”. En ese caso, el experto cree que el Partido Conservador intentaría buscar “a alguien del centro” para reunificarlo, como por ejemplo Theresa May, la actual ministra del Interior de Reino Unido, “que se sabe euroescéptica pero ha sido leal al Gobierno”. Schwartz coincide en que de perder el plebiscito, Cameron dimitirá y considera que el exalcalde de Londres Boris Johnson intentaría liderar.
De ganar los europeístas el referendo, Niblett cree que el futuro de Cameron dependerá del margen con el que se imponga el quedarse. “Si es 60/40 yo creo que Cameron se quedará (…) Si es 52/48 entonces sí podría haber un voto de confianza”, ha afirmado.