Durante el caos reinante en el restaurante del centro comercial Sarona donde este miércoles murieron cuatro israelíes en un ataque terrorista con armas de fuego, un policía que se encontraba cerca con su familia terminó llevándose a su casa a uno de los atacantes palestinos pensando que era una de las víctimas del atentado. Así lo contó anoche la mujer del oficial en el Canal 2 israelí, asegurando que el joven se encontraba en estado de shock.
"Estábamos sentados en un banco en frente de la Cinemateca (una conocida sala de cines de Tel Aviv) cuando escuchamos disparos", relató la mujer, según recoge esta mañana el diario israelí Haaretz. Segundos después vio cómo un tumulto de gente corría en la dirección donde ellos se encontraban. "Cuando comprendimos lo que estaba pasando corrimos hacia nuestro piso, que está justo al otro de la calle, entramos junto con otro hombre. Él simplemente corrió con nosotros", detalló.
Corrimos hacia nuestro piso, que está justo al otro de la calle. Él simplemente corrió con nosotros
Una vez dentro de la casa, la mujer del oficial le preguntó quién era, pero él no dijo apenas nada, sólo pidió un vaso de agua mientras permaneció sentado y asustado. Poco después el policía, que había llevado a su familia a la seguridad de su hogar, cogió un arma y salió a la calle para intentar encontrar a los autores del ataque. "No sospechábamos nada", explicó su esposa en la cadena pública de televisión. "Él simplemente parecía alguien del restaurante que estaba en estado de shock, igual que nosotros".
Pero cuando el policía volvió al restaurante y vio que el hombre que estaba rodeado por la policía, mientras yacía herido en el suelo, vestía el mismo traje que aquel que había entrado en su casa, comprendió de quién se trataba. Él era el segundo autor del ataque que minutos antes había sembrado el terror en el centro comercial de Sarona, acabando con la vida de varias personas.
Inmediatamente el oficial corrió a su casa, entró, puso al segundo atacante palestino que se había hecho pasar por una víctima en el suelo y le maniató. "Entonces abrimos la ventana y llamamos a la policía que estaba justo debajo", explicó la mujer, mientras su marido permanecía junto al atacante para evitar que pudiera escapar.
Sin embargo, minutos después sucedió lo que no había pasado minutos antes. Uno de los oficiales que entró en la casa para arrestar al autor del ataque del centro comercial empuñaba un arma. Al ver que la situación en el interior de la casa estaba bajo control, la enfundó, disparándosele accidentalmente en ese momento e hiriendo por error al policía israelí cuya familia había estado en peligro.
La gran suerte es que mi marido se dio cuenta rápidamente de quién estaba en nuestra casa y volvió
"Mi marido fue herido por la metralla", explicó la esposa del oficial quien asegura haber tenido suerte de que el atacante estuviera en estado de shock y estuviera desarmado mientras se encontraba en el interior de su apartamento con su familia.
"La gran suerte es que mi marido se dio cuenta rápidamente de quién estaba en nuestra casa y volvió. Ese era su mayor miedo, volver y que todos estuviéramos muertos".
Según recoge el diario Haaretz, la policía israelí y la agencia de seguridad interior israelí (Shin Bet) continúan investigando un objeto encontrado en el lugar del mortal tiroteo que preocupa a las fuerzas de seguridad. De haber sido utilizada, el balance de víctimas podría haber sido mucho mayor, aseguran los medios locales.
Respecto a la situación de seguridad, el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, explicó tras el ataque en la noche del miércoles que en los próximos días se incrementará el número de efectivos policiales desplegados en los alrededores de la ciudad así como en los principales centros públicos.
Asimismo, el gabinete de seguridad del Ejecutivo israelí convino el jueves el despliegue de dos batallones del Ejército (con unos 600 soldados) en varias áreas de Cisjordania, así como el cierre hasta el próximo lunes de los pasos a Israel desde estos territorios y desde la Franja de Gaza, permaneciendo abiertos únicamente para casos de urgencias médicas y humanitarias. Igualmente, se han revocado 83.000 permisos de entrada a Jerusalén y otras áreas de Israel que el Gobierno de Benjamín Netanyahu había aprobado días atrás con motivo de la fiesta musulmana del Ramadán para que miles de palestinos pudieran ir a rezar a la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén o visitar a sus parientes en ciudades que forman parte del territorio de Israel.
Además este viernes, el primero de las celebraciones de Ramadán y por segundo día consecutivo, el Ejército mantiene el bloqueo a la localidad palestina de Yatta, de donde procedían los atacantes, en el sur del distrito cisjordano de Hebrón, informa EFE. El bloqueo de Yatta es el más duro impuesto por los militares a una ciudad cisjordana en los últimos cinco años, según el servicio de noticias Ynet.
"Refleja un cambio de rumbo desde el punto de vista del Ejército, el servicio secreto Shabak y los servicios de seguridad en general", ha escrito este viernes el corresponsal militar Ron Ben Yishai, que lo atribuye a la entrada en funciones del nuevo ministro de Defensa, el ultranacionalista Avigdor Lieberman y sobre cuya nueva impronta a la política israelí informó EL ESPAÑOL.