Jeremy Corbyn fue electo como líder de los laboristas el pasado otoño.

Jeremy Corbyn fue electo como líder de los laboristas el pasado otoño. Reuters

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Jeremy Corbyn pierde la moción de confianza como líder laborista pero se niega a dimitir

172 diputados laboristas han votado para apartarlo de su cargo al frente de la oposición en Reino Unido. Corbyn, sin embargo, ha rechazado dimitir y llama a los suyos a "permanecer unidos".

28 junio, 2016 17:37

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Primero, el brexit se llevó por delante al jefe de Gobierno de Reino Unido. Ahora, va camino de acabar también con el de la oposición.

Una moción de confianza contra el líder laborista, Jeremy Corbyn, ha salido adelante este martes con 172 votos a favor frente a 40 en contra. Esto supone que un 80% de su grupo parlamentario no respalda su liderazgo, calcula The Guardian.

Pese al abrumador resultado, Corbyn no tiene la obligación de dimitir y la votación no activa inmediatamente un proceso electoral dentro del Partido Laborista. De hecho, el líder opositor ya ha publicado un comunicado donde rechaza apartarse de su cargo.

"Nuestro país afronta grandes desafíos tras el referéndum de la semana pasada", reza el comunicado, que recoge la prensa británica. "El laborismo tiene la responsabilidad de tomar la iniciativa donde el Gobierno no lo hará (...) Para hacerlo, debemos permanecer unidos", se defiende Corbyn. "Fui electo democráticamente como líder de nuestra formación para un nuevo tipo de política por el 60% de los miembros y simpatizantes del Partido Laborista y no los traicionaré dimitiendo".

Diputados insurgentes impulsaron la moción después de que los británicos abogaran por salir de la Unión Europea la semana pasada. Desde entonces, la presión para que Corbyn deje el cargo no ha hecho más que crecer. Una veintena de miembros de su gabinete en el Parlamento de Westminster han dimitido en bloque a modo de motín junto con otras figuras sénior del grupo parlamentario laborista.

"Sé el socialista que dices que eres, haz lo correcto y deja al Partido Laborista ser la oposición que debe ser ahora, cuando más lo necesita la gente", escribió en su carta de renuncia la diputada Jess Phillips, que servía en el equipo de educación del gabinete de Corbyn. "El Partido Laborista no va sobre ti, va sobre nosotros, y por encima de todo sobre ellos, la gente brillante del Reino Unido, incluidos aquellos que no están de acuerdo con nosotros", recoge The Independent.

Pese a las críticas, Corbyn se ha aferrado con uñas y dientes al cargo y está dispuesto a a defenderse en una posible contienda interna de su formación. Sus oponentes creen que su campaña para que Reino Unido votara por quedarse en el referendo del jueves pasado fue tibia e insuficiente. También dudan de que tenga posibilidades en unas elecciones, señala Reuters

El Telegraph informa de que la parlamentaria laborista Angela Eagle estaría considerando disputar el trono a Corbyn para ponerse al frente de la formación de izquierda.

Corbyn fue electo líder del Partido Laborista en el último congreso de la formación en otoño después de que su predecesor, Ed Miliband, sufriera una sonora derrota en los comicios generales. "Es un voto por el cambio en la manera en que hacemos política", afirmó tras su coronación.

Ascendió al poder presentándose como alternativa a la llamada 'Tercera Vía' -una mixtura de ideas económicas conservadoras y causas sociales- que ha definido al laborismo en los últimos tiempos. Situado a la izquierda de Miliband en el espectro ideológico, Corbyn ha sido comparado a menudo con Pablo Iglesias, dirigente de Podemos, por su oposición a la austeridad.

Pero ambos son muy distintos, como explicó a EL ESPAÑOL Charlie Beckett, director del think tank Polis de la London School of Economics, después de que Corbyn tomara las riendas del laborismo. "Corbyn rompe o protesta dentro de un partido. Él supone un regreso atávico a un grupo de valores relativamente tradicionales, no una fuerza [que busca] un paradigma nuevo", aseveraba.

La caída del laborismo iniciada con Miliband en los comicios generales del año pasado no ha parado con Corbyn, lo que ha minado su autoridad. En las elecciones locales y regionales de este año el Partido Laborista bajó en votos. Perdió 13 escaños en el Parlamento escocés, su derrota más dolorosa. El laborista Sadiq Khan arrebató la Alcaldía de Londres a los conservadores, sin embargo, pero en la campaña Khan se distanció de Corbyn para no ser asociado con su oposición frontal a la austeridad.

El pronóstico para el futuro es oscuro. Una encuesta interna del partido revelada por el Guardian este martes muestra que hay menos posibilidades de que un 27% de votantes que apoyaron al partido en la última elección general vuelvan a apoyarlo después del referéndum sobre la UE.