Europa no está dispuesta a que el brexit le salga gratis a nadie. Según ha reconocido la ministra de Interior británica, Ambar Rudd, las autoridades europeas que negocian con Reino Unido las condiciones de su salida han planteado la creación de una visa especial para los británicos de unas 50 libras (59 euros) cada vez que pisen territorio europeo.
Además, los pasajeros también tendrán que pagar cinco libras (6 euros) si quieren utilizar la ventanilla rápida de control de pasaportes en los aeropuertos. Esa que ahora dice "Ciudadanos de la Unión Europea". Y no se descarta otro tipo de tasas para los negocios que se instalen en Francia, Alemania y otros países de la Unión Europea.
Estos visados formarían parte de un proyecto de ley que prepara la Comisión Europea para crear un sistema de información sobre entradas y salidas con autorizaciones previas. Según explicó el periódico británico The Guardian, se estaría apostando por un modelo parecido al ESTA de EEUU, un pago por adelantado para visitantes de países que no requieren un visado completo y que tiene un coste de 14 dólares.
La responsable británica de Interior ha insistido en que estos trámites no son, por ahora, una exigencia de la Comisión Europea dentro de las conversaciones pero que no pueden descartarse y pidió tener las manos libres para "conseguir las mejores negociaciones" para Reino Unido, aclaró en una entrevista en la BBC1.
La entrevista no ha dejado indiferente a nadie. El laborista Andy Burnham aseguró que se trata de "un ejemplo más de la deriva y la confusión que vive el país como resultado de la incapacidad del gobierno para planificar brexit".
Tampoco Ambar Rudd, una figura destacada dentro de su partido en la lucha por permanecer dentro de la UE, explicó cómo se podría equilibrar el número de inmigrantes europeos con el mantenimiento de un acceso privilegiado al mercado único.
"Lo que yo creo que es que los británicos votaron a favor del brexit para asegurarse de que reducíamos la inmigración de la Unión Europea. Tenemos que encontrar la manera de hacerlo. Que no necesariamente significa salir del mercado único. Hay que encontrar una forma que proteja nuestra economía", concluyó.