El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que el avión Tu-154 que se dirigía este domingo a Siria con cerca de un centenar de personas a bordo se estrelló en aguas del mar Negro. "A seis kilómetros de la costa de Sochi fue hallado el cuerpo de una de las víctimas del siniestro del avión Tu-154 del ministerio de Defensa", informó el portavoz de esa cartera, general Igor Konáshenkov. Posteriormente, el Gobierno ruso ha confirmado que no hay supervivientes.
El aparato había despegado a las 05.40 hora local (02.40 GMT) del aeropuerto de Sochi, balneario ruso a orillas del mar Negro, y 20 minutos después desapareció de los radares y se perdió todo contacto. El avión no emitió ninguna señal de emergencia.
Según los últimos datos oficiales, a bordo del avión viajaban 84 pasajeros y 8 tripulantes, un total de 92 personas. Entre los ocupantes se encontraban periodistas, militares y unos 60 miembros de uno de los coros del Ejército ruso y el conjunto de danza Alexandrov, que iban a participar en las festividades de Año Nuevo en la base aérea siria de Jmeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra.
Según los servicios de emergencia, el Tu-154 procedía de Moscú y había hecho escala en el aeropuerto de Sochi para repostar combustible. Las primeras hipótesis apuntan a un fallo técnico o del piloto como causa del siniestro.
Los buzos militares rusos hallaron este lunes el fuselaje del Tu-154, según informó el Ministerio de Situaciones de Emergencias ruso en un comunicado. El fuselaje, en cuyo interior podrían encontrarse la mayoría de las víctimas mortales del siniestro, fue localizado a 1,7 kilómetros de la costa y a una profundidad de 27 metros.
"En estos momentos se estudian las posibilidades para izarlo a la superficie", explicó a Interfax un integrante del operativo. La primeros datos indican que "el avión ha sufrido muchos daños", agregó.
Rusia busca las cajas negras
El presidente ruso Vladimir Putin ha decretado duelo nacional este lunes y ha anunciado una investigación para aclarar las causas del accidente. Las autoridades busca ahora las cajas negras del aparato aunque los primeras hipótesis apuntan a un fallo técnico en el Tupolev.
En su opinión, debido a las características del accidente, los ocupantes del avión no tenían ninguna posibilidad de salvarse.
En declaraciones a ese mismo medio, una fuente militar anónima indicó que la posibilidad de atentado terrorista está prácticamente descartada.
Desde entonces, según informó el consorcio Ruskie Mashiny, el fabricante no había recibido de los propietarios del avión peticiones de mantenimiento técnico ni de reparaciones.