Al menos 39 personas, 24 de ellas extranjeras, han perdido la vida y otras 69 han resultado heridas en el ataque a un club en la ciudad de Estambul, en la ribera europea del Bósforo. El gobernador de la ciudad, Vasip Sahin, ha confirmado que se trata de un ataque terrorista.
La policía sigue buscando al sospechoso, que abandonó el arma del crimen en el local y permanece huido. Según el primer ministro turco, Binali Yildirim, las autoridades podrían tener algunos indicios sobre la identidad del atacante. "La policía tiene algunas opciones sobre la identidad de los atacantes", ha dicho el gobernante en rueda de prensa, sin entrar en más precisiones. "Algunos detalles han comenzado a emerger pero las autoridades están trabajando para lograr un resultado concreto", dijo sobre quién podría estar detrás del ataque, del que hasta ahora no se ha responsabilizado ningún grupo.
La televisión CNNTürk informó de que la Policía ha lanzado una operación policial en Kuruçesme, un bario vecino al de Ortakoy, donde ocurrió el ataque, y están buscando allí al sospechoso.El primer ministro turco prometió que su país "no se doblegará ante el terror" y subrayó que es "una amenaza contra toda la humanidad"."Nunca nos vamos a someter al terrorismo. El terrorismo que sufrimos hoy puede pasar en cualquier otras parte del mundo. Ningún país está a salvo de estos ataques terroristas. Hace unos días fue en Alemania, ayer en Irak", afirmó.
El ataque se produjo en el club Reina, situado en el área de Ortakoy, en torno a las 01.30 hora local (00.30 hora española) justo cuando comenzaban las celebraciones por el año nuevo en la lluviosa noche turca.
Las primeras informaciones indicaban que el atacante habría llegado a la fiesta disfrazado de Papá Noel, hecho que ha sido desmentido por el primer ministro turco. "He oído que el terrorista iba vestido de Papá Noel. No es cierto", declaró el primer ministro. "Es un terrorista como ya los conocemos. Disparó al policía de la puerta, entró y ametralló y mató a personas inocentes. Entonces dejó el arma y abandonó el lugar durante el caos", relató el jefe del Gobierno turco.
Primero asesinó al policía de guardia y una vez en la puerta del local abrió fuego con armas automáticas contra las cerca de 800 personas que se encontraban en plena celebración por el año nuevo. Muchos de los presentes incluso saltaron al Bósforo para librarse del tiroteo.
Los testigos del ataque, citados por el medio turco Hürriyet, aseguran que el atacante gritaba consignas en árabe. La Policía sigue buscándolo porque, al parecer, habría aprovechado la confusión del momento para huir. El gobierno turco ha decretado un 'apagón informativo' y espera poder capturarlo "muy pronto", según el ministro turco del Interior, Süleyman Soylu.
Soylu también ha confirmado que de los 69 heridos, cuatro están muy graves y uno de ellos extremadamente grave. Por ahora se sigue trabajando en las labores de identificación de las víctimas que ya cuentan con 15 extranjeros entre los fallecidos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español no tiene constancia "por ahora" de que haya españoles entre las víctimas del atentado de Estambul, según la información que está recabando de las autoridades turcas.
Fuentes diplomáticas han indicado que el Consulado español hace un "seguimiento puntual" de las consecuencias del atentado pero por ahora no habría ni muertos ni heridos de nuestro país.
De las 39 víctimas mortales, 11 son ciudadanos turcos, 24 de otros países, mientras que quedan 4 cuerpos sin identificar, informó el diario Hürriyet. El rotativo indica que entre los extranjeros asesinados las autoridades han identificado a siete de nacionalidad saudí, cuatro de Irak, tres de Jordania, dos de la India, dos de Túnez, dos del Líbano, una de Canadá, una de Siria, una de Israel y una de Bélgica.
Estambul se encontraba en estado de máxima alerta durante las celebraciones del año nuevo, con alrededor de 17.000 efectivos policiales en las calles para evitar posibles atentados terroristas.
Las sospechas giran en torno al Estado Islámico, protagonista de diferentes ataques en los últimos meses en Turquía y que habría reivindicado el asesinato del embajador ruso Andrei Karlov en Ankara hace unos pocos días a manos de un policía turco mientras realizaba un discurso.
Esta hipótesis se ha reforzado después de que el partido prokurdo HDP condenara el atentado por ser "un ataque contra la humanidad".
Más de 180 personas han muerto en ataques terroristas en Turquía durante el año 2016.