El presidente de EEUU, Donald Trump, aseguró hoy que baraja varias opciones para sobreponerse al bloqueo de los tribunales a su veto migratorio a los refugiados y ciudadanos de siete naciones de mayoría musulmana, entre ellas emitir "un decreto totalmente nuevo".
En declaraciones a los periodistas a bordo de su avión presidencial, Trump dijo también que esperará hasta la próxima semana, "quizás el lunes o el martes", para responder con alguna acción a la decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, que este jueves mantuvo el bloqueo a su decreto.
"Ganaremos esa batalla. Lo malo es que nos va a llevar tiempo por cómo funciona el sistema, pero ganaremos esa batalla. También tenemos muchas otras opciones, incluido simplemente emitir un decreto totalmente nuevo", afirmó Trump.
Preguntado por si su plan consistirá simplemente en emitir una nueva orden ejecutiva, Trump respondió: "podría serlo, porque necesitamos ser rápidos, por razones de seguridad".
Hace dos semanas, Trump firmó una polémica orden ejecutiva como herramienta para luchar contra el terrorismo yihadista, que se encuentra bloqueada merced al fallo emitido este jueves por un panel de tres jueces del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito.
Ese decreto suspendía durante 120 días el programa de acogida de refugiados de EEUU, o indefinidamente en el caso de los refugiados sirios, y frenaba durante 90 días la emisión de visados para ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y con historial terrorista: Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
"Nada está fuera de la mesa"
El magnate inmobiliario adelantó que adoptará más medidas de seguridad después de divulgarse informaciones periodísticas que apuntan a que el Gobierno podría elaborar una nueva orden ejecutiva para esquivar los obstáculos judiciales.
Un funcionario de la Casa Blanca citado por la cadena CNN aseguró que el Ejecutivo no descarta ninguna iniciativa. "Nada está fuera de la mesa", indicó esa fuente oficial.
Fuentes gubernamentales declararon al diario Los Angeles Times que la Administración podría rescindir la orden y adoptar una nueva que suspendería sólo la admisión de refugiados y la tramitación de nuevos visados.
"No tengo dudas de que ganaremos"
En la rueda de prensa, Trump se limitó a insistir en que buscará ante la Justicia tumbar la decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, con sede en San Francisco (California). "Continuaremos el proceso en los tribunales y, finalmente, no tengo duda de que ganaremos ese caso particular", subrayó el mandatario republicano.
"Vamos a mantener nuestro país seguro", agregó el presidente, quien hizo hincapié en que hará "lo que sea necesario" para lograr ese objetivo, como la "vigilancia extrema" de refugiados y de ciudadanos de países con antecedentes de terrorismo yihadista.
Un panel de tres jueces -dos nombrados por presidentes demócratas- del Tribunal de Apelaciones rechazó este jueves por unanimidad que el bloqueo al veto ponga en peligro a EEUU, como argumenta el Gobierno.
Los magistrados apelaron al "interés público general" para mantener inmovilizado el veto, impuesto en un principio hace una semana por el juez federal de Seattle James Robart a instancias de los fiscales estatales de Washington y Minesota, ambos demócratas.
Ante ese gran revés judicial, Trump, que llegó a la Presidencia el pasado mes de enero tras presumir de "ganar" siempre en el mundo de los negocios, se niega a admitir la derrota y no deja de contraatacar a los jueces, un gesto inusual en un presidente estadounidense.
Una decisión "vergonzosa"
Antes de comparecer ante los medios con Abe, el multimillonario tildó de "vergonzosa" la decisión judicial en un mensaje publicado en su hiperactiva cuenta de la red social Twitter.
Pese a la unanimidad del fallo, Trump no ocultó su ira el jueves por la noche, cuando tachó de "política" la decisión. "Nos vemos en los tribunales, ¡La seguridad de nuestro país está en juego!", llegó a remarcar el presidente en un mensaje divulgado en letras mayúsculas en Twitter, grafía que en internet suele denotar gritos o enojo.
El Gobierno debe ahora decidir su respuesta legal, que pasa por interponer un recurso ante el Tribunal Supremo o solicitar otra revisión del fallo a una corte federal con un número más amplio de jueces.
La polémica del veto migratorio, muy criticado dentro y fuera de Estados Unidos, ha salpicado a Trump durante dos de las tres semanas que lleva en el poder, y no tiene visos de amainar.
Un día después de entrar en vigor, el controvertido decreto generó mucha confusión e indignación en aeropuertos del todo el mundo, mientras numerosos viajeros veían bloqueado su acceso a territorio estadounidense.
Dada la suspensión temporal de la medida por orden judicial, los nacionales de los países afectados se han apresurado a viajar a EEUU con los visados que habían procesado antes de que estallase el contencioso.