Michael K. es en la actualidad un anciano carpintero de 98 años con Alzheimer que vive en Minnesota, en Estados Unidos, donde ha tenido un hogar y una familia. Michael K es también un excomandante nazi responsable de la muerte de 44 polacos durante la Segunda Guerra Mundial. Los hombres de la Legión Ucraniana de Autodefensa, de las SS, quemaron en 1944 varias aldeas como Chlaniow y Wladyslawin y destruyeron sus edificios. Así lo ha asegurado el Instituto de Recuerdo Nacional (IPN), una organización dedicada a la historia afiliada al gobierno de Polonia, en un comunicado.
Polonia busca ahora la extradición de Michael Karkoc. Su apellido ha sido revelado por AP, que ya en 2013 detalló las conexiones de Karkoc con los nazis y su traslado a los Estados Unidos. La noticia provocó las investigaciones en Alemania y Polonia sobre el papel de Karkoc durante la Segunda Guerra Mundial. el ministerio público alemán quiso llevarle a juicio pero el proceso no concluyó tras documentos médicos que demostraron que era incapaz de ello.
Karkoc, que llegó a Estados Unidos en 1949, es sospechoso de cometer crímenes de lesa humanidad en la Segunda Guerra Mundial. "En nuestra investigación Michael K. es el principal sospechoso. Estamos convencidos de que esta persona, que vive en los Estados Unidos, fue la persona que llevó a cabo la pacificación de los pueblos ", dijo a Reuters Robert Janicki, fiscal de la IPN. "Todas las pruebas que hemos reunido, principalmente los documentos que hemos reunido, nos dan esta certeza".
De este excomandante destacan cómo su brutalidad y resolución le valieron para ganar una Cruz de Hierro. Esa misma brutalidad la mostaron el 23 de julio de 1944 cuando ejecutaron la orden de "liquidar Chlaniow".
Como primer paso antes de la solicitud de extradición, el IPN ha pedido a un tribunal regional de la ciudad polaca de Lublin que emita una orden de arresto contra Michael K.. Janicki no había revelado el apellido debido a las leyes de privacidad.
La familia de Karkoc ha negado repetidamente que estuviera involucrado en cualquier crimen de guerra: "No hay una sola prueba que demuestre que mi padre tuviese nada que ver en actividades criminales". Han advertido de que sufre de la enfermedad de Alzheimer. Según Janicki, su avanzada edad no parará a los investigadores.