Nueva masacre contra los cristianos coptos de Egipto. Al menos 28 personas han muerto este viernes y otras 26 han resultado heridas tras una emboscada a una caravana que se dirigía al monasterio de San Samuel. La mayoría de las víctimas son niños que iban de excursión y sólo habrían sobrevivido tres personas.
Un grupo de 10 hombres encapuchados, con uniformes militares y armados con metralletas ha abierto fuego contra el autobús y la furgoneta que conformaban esta caravana. El ataque se ha producido en una carretera cercana al pueblo de Al Adua, en el sur de Egipto.
La cifra de víctimas podría aumentar, dada la gravedad de los heridos. El ataque tuvo lugar cuando el autobús que transportaba a estos cristianos coptos se dirigía al monasterio de San Samuel.
Hasta el momento, ningún grupo ha asumido la autoría del ataque y se desconoce cuántas personas lo perpetraron. Las autoridades egipcias han establecido un dispositivo de seguridad en la provincia Minaya -donde se ha producido el ataque - que incluye férreos controles en todas las carreteras de la zona para evitar que escapen los autores de la masacre, informa Al Arabiya.
Por su parte, el presidente egipcio Al Sisi, ha convocado una reunión de emergencia con su gabinete tras este atentado.
El pasado mes de abril murieron 45 cristianos coptos tras estallar varias bombas en la catedral de Alejandría y en la iglesia de San Jorge de Tanta, un ataque reivindicado por el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico.
Una gran minoría masacrada
Los coptos egipcios constituyen entre un 8 y un 12% de la población de Egipto -durante años el gobierno del país mantuvo su número en secreto aludiendo motivos de seguridad nacional- y son la minoría cristiana mayoritaria en Oriente Próximo, lo que siempre les ha valido el lugar de objetivo prioritario. De hecho, en los últimos 25 años, el número de coptos fallecidos en atentados o en ataques directos supera ampliamente los 130, aunque ha sido en los últimos cuatro años cuando ese número ha crecido de forma exponencial.
La matanza de este viernes se produce un día antes de que arranque el ramadán y un mes después de la histórica y arriesgada visita del papa Francisco a Egipto. Durante su estancia, el pontífice abogó por un "no" rotundo a "la violencia en nombre de Dios".