Tim Farron anunció hoy su dimisión como líder del Partido Liberaldemócrata británico, tras haber obtenido doce escaños en las elecciones generales del 8 de junio, cuatro más que en los anteriores comicios.
Farron afirma que debería haber abordado con "mayor sabiduría" asuntos relacionados con sus creencias religiosas durante la campaña electoral, incluidos sus puntos de vista sobre la homosexualidad. "Desde el primer día en que asumí el cargo me enfrenté a retos a mi fe cristiana, que he tratado de responder con paciencia y elegancia", asegura en un comunicado.
"Me he encontrado a mí mismo debatiéndome entre vivir como un cristiano devoto y servir como un líder político", afirmó el liberaldemócrata.
"Ser un líder político, especialmente en un partido progresista y liberal en el año 2017, y vivir como un cristiano comprometido, respetar de forma devota las enseñanzas de la Biblia, me ha parecido imposible", señaló.
Farron se vio obligado a clarificar en diversas ocasiones durante la campaña su posición sobre la homosexualidad a raíz de una respuesta evasiva que dio hace dos años al ser preguntado si considera que las relaciones entre personas del mismo sexo son pecado.
"No creo que el sexo gay sea pecado. Mantengo esa opinión como líder político, mi trabajo no es pontificar sobre cuestiones teológicas", respondió el liberaldemócrata a la BBC durante la campaña al ser cuestionado sobre la polémica.
El portavoz de Interior del partido, Brian Paddick, homosexual declarado y una de las voces más respetadas de la formación, había dimitido por la mañana "preocupado por la posición del líder sobre diversos asuntos" y expresada durante la campaña.
Farron, de 47 años, sustituyó en julio de 2015 al frente de la formación a Nick Clegg, que renunció asimismo al puesto tras sufrir una debacle en las elecciones generales de ese año.