Portugal ha puesto a Europa en alerta tras descubrir el robo de 44 lanzagranadas, 120 granadas ofensivas, 20 granadas de gas lacrimógeno, 1.500 municiones y otros explosivos del Arsenal Nacional de Tancos, ubicado a poco más de 100 kilómetros de la frontera con España.
La investigación del robo ha pasado a manos de la Unidad Nacional de Contraterrorismo (UNCT) de la Policía Judiciaria Militar del país vecino, ya que la principal tesis es que un grupo terrorista podría estar detrás del robo. Por este motivo, las autoridades lusas ya han alertado tanto a la OTAN como a los otros Estados miembros de la Unión Europea ante la posibilidad de que las armas sean utilizadas para lanzar un atentado en un país vecino.
Aunque el robo fue desvelado a través de un comunicado inicial emitido por el Ministerio de Defensa la tarde del jueves, su dimensión real no se difundió hasta más tarde, cuando fuentes del Ejército filtraron detalles sobre la cantidad de material que había sido extraído del Arsenal. A la vez, se confirmó la noticia de que, pese a contener armas de enorme capacidad destructiva, estas instalaciones militares carecían de un sistema de vídeo vigilancia desde hace dos años.
El robo sólo fue descubierto cuando una de las patrullas militares que efectúa rondas de vigilancia por el perímetro descubrió que parte de la verja que rodea las instalaciones había sido destruida. Aunque se piensa que el asalto podría haber tenido lugar el miércoles, el Ejército luso reconoce no poder confirmar el momento exacto en el que la operación se habría llevado a cabo. La preocupación de las autoridades se disparó después de la realización de un inventario de la base, momento en el cual no sólo notaron la desaparición del material en cuestión, sino que también concluyeron que quienes asaltaron la base sólo intervinieron en almacenes con armas activas.
Citado en el Diario de Noticias, el general Raul Cunha afirmó que “la tesis del terrorismo es la más probable” y aseguró que el robo había sido “por encargo, ejecutado por alguien que sabía exactamente lo que quería llevarse”.
“Se trata de una instalación a la que es difícil acceder, donde hay almacenes que sólo contienen material desactivado. Quienes asaltaron la instalación sabían exactamente dónde estaban las armas activas, las que se querían llevar. Tuvieron que utilizar un vehículo para transportar tantas armas, llegar a los almacenes... Eso toma tiempo, por lo que sin duda sabían los horarios exactos de las rondas de vigilancia. Podría haber habido alguna colaboración interna, pero como militar me parece poco probable”.
Alerta en la UE y aviso a la OTAN
En declaraciones ante los medios lusos el ministro de Defensa portugués, José Alberto Azeredo Lopes, ha confirmado que los servicios de información militar han informado tanto a la OTAN como a los Estados miembros comunitarios del robo.
Aunque el perfil nacional relativamente bajo de Portugal hace que el país no sea considerado como un objetivo probable para un ataque terrorista, se teme que individuos podrían utilizar el material robado para lanzar un atentado en un Estado vecino. La ausencia de controles interiores dentro de la Zona Schengen implica que el transporte del material bélico a otras partes de la Unión sea una posibilidad real.
“Indiqué al jefe del Estado Mayor de la Defensa que avise a nuestros vecinos de la Unión Europea y a los otros miembros de la OTAN inmediatamente”, confirmó Azeredo Lopes, que reconoce que se trata de un episodio de “extrema gravedad”.
“Siempre es grave cuando instalaciones militares son objeto de una acción criminal, con el robo precisamente de material militar. No nos han robado una o dos pistolas, nos han robado granadas”, enfatizó el ministro, quien también confirmó el lanzamiento de una investigación interna del asunto junto a la investigación criminal para determinar si podría haberse hecho algo para evitar el asalto.
El teniente coronel João Paulo Alvelos, del Observatorio de Seguridad, Crimen Organizado y Terrorismo –principal entidad de la sociedad civil centrada en asuntos relacionados con la seguridad nacional–, lamentó el robo y afirmó que se trataba de “el peor fallo de seguridad de este siglo en toda la Unión Europea”.
“Todo este material ya podría estar en cualquier parte de la UE. Podría estar en manos del crimen organizado, que como sabemos sirve de proveedor de grupos terroristas. Podría estar en manos de cualquiera”, declaró Alvelos, cuya organización ha denunciado la falta de “cultura de seguridad” en el país vecino en repetidas ocasiones.
Críticas en Portugal
El robo de armas almacenadas en instalaciones sin apenas cámaras de vigilancia funcionales ha suscitado duras críticas por parte de políticos tanto de la derecha como de la izquierda en el país vecino.
“En un momento en el que los ataques terroristas se ejecutan de las formas más diversas, entendemos que lo que ha pasado es gravísimo”, afirmó Asunção Cristas, líder del conservador entro Democrático Social – Partido Popular (CDS-PP).
“Necesitamos saber cómo es posible que se haya robado tanto material, y de dimensiones tan significantes… Estamos perplejos, y consternados con la situación internacional incómoda que ha provocado este episodio”.
La oposición conservadora formada por el Partido Social Demócrata (PSD) y CDS-PP ha pedido la comparecencia urgente tanto del ministro como el jefe del Estado Mayor en el Parlamento. Entretanto, tanto el Partido Comunista Portugués (PCP) como el Bloque de Izquierda (BE), socios parlamentarios del Gobierno minoritario del socialista António Costa, han pedido que se aclare el asunto de manera urgente. Por su parte, los comunistas han asegurado que la falta de vigilancia adecuada atesta a la “degradación de las Fuerzas Armadas ante las políticas de sucesivos Ejecutivos”, en particular los conservadores que gobernaron durante los peores años de la crisis.
El ministro Azeredo Lopes se ha defendido de las críticas, asegurando que la actualización de los elementos de seguridad del Arsenal ya ha sido aprobada, y que el robo ha tenido lugar justo antes de que se llevaran a cabo las obras. El ministro señaló que antes de finales de 2018 el Estado invertirá 316.000 euros sólo en el refuerzo de las verjas que protegen estas instalaciones militares, con 95.000 euros adicionales destinados al sistema de vídeo vigilancia.
En una entrevista televisiva, el político también rechazó la afirmación de que se tratara del peor fallo de seguridad en la historia reciente de la UE, asegurando que “si hablamos de fallos de seguridad en materia de prevención de terrorismo, no necesito citar trágicos ejemplos recientes para dejar claro que ha habido fallos mucho más graves”.
“No podemos pensar que somos raros o anormales en el contexto militar. Basta con buscar ‘robo de armas militares’ en Google y verás que es algo tremendamente valioso, y verás que hay otros episodios, como el del material que se robó recientemente en una base militar americana en Stuttgart”, insistió el ministro.
Aunque ciertamente se registró el robo de armas en las instalaciones americanas en la Panzer Kaserne de Böblingen, a las afueras de la ciudad alemana de Stuttgart, en junio del año pasado, se trataban de varias pistolas semi-automáticas, un rifle automático y una escopeta, material menos peligroso que el que ha desaparecido del Arsenal de Tancos esta semana.
“Ya he oído ideas extraordinarias, que el Gobierno no protege la seguridad nacional, no protege a los portugueses. Pido calma y serenidad. […] Hay una investigación en curso, y esa investigación interna nos ayudará definir lo que tenemos que mejorar –pues esto demuestra que algo faltaba–, y si se demuestra de que alguien tuvo comportamiento ilícito o un comportamiento funcional inaceptable, se atribuirán responsabilidades”.