Un viaje en Uber "peligroso e inapropiado". Así resume su odisea del domingo por la noche Aner Manuel, un joven de Boston de viaje en Chicago. Su accidentado recorrido de vuelta a casa el pasado domingo 16 de julio ha sido difundido a través de las redes sociales, donde Aner ha compartido con indignación las imágenes de su viaje.
El conductor del vehículo tenía una acompañante inesperada en el asiento del copiloto que no paraba de acariciarle, besarle y llegó a practicarle sexo oral mientras conducía. "Cuando subí pensé que era una familiar o amiga, luego me percaté de que claramente la mujer estaba bajo los efectos de las drogas", explica en su cuenta de Facebook.
Al poco de arrancar, la mujer comenzó a "manosearle y desabrocharle el cinturón", según el relato de Aner, que documentó con su teléfono móvil toda la escena para tener pruebas. Poco después "procedió a practicarle una felación".
Ante tal situación y en mitad del recorrido, el pasajero decidió bajarse del coche reclamando al conductor del Uber que parara inmediatamente el vehículo. "Fue la gota que colmó el vaso", recuerda. El conducto pidió disculpas pero también le reclamó una buena valoración en la aplicación de esta compañía de 'taxis' alternativos.
Ante la reclamación del usuario, la primera respuesta de la empresa fue un reembolso del precio del trayecto y ofrecerle un vale de 10 dólares. Sin embargo, la aparición de la noticia en varios medios ha obligado a Uber a ir más allá. Por lo pronto el conductor ha sido despedido y la compañía ha abierto una investigación sobre lo ocurrido.