Noor es una joven jordana de 20 años, empleada en una tienda de telefonía móvil, además consigue un sueldo adicional como niñera. Un día cualquiera estaba trabajando y le comenzó a doler la cabeza. Decidió ir a por algún medicamento cuando Abed, un hombre de 55 años, le ofreció unas pastillas para las jaquecas. Lo siguiente que recuerda es despertarse desnuda y con indicios de haber sufrido una severa violación.
"Lloré y lloré sin saber qué hacer. Él trato de calmarme diciendo que se casaría conmigo y me prometió que acudiría a mi familia para pedir mi mano. Entonces pensé en ellos, estarían devastados. Estaba asustada y asolada. Pensé en guardar silencio". Además de haber sufrido una violación, Noor fue víctima del desamparo judicial y la impunidad con la que se ha protegido a los violadores en Jordania.
"Más tarde me di cuenta de que me había dejado embarazada. Decidí presentar una denuncia ante la policía, lo acusaba de violarme. Después Abed me pidió matrimonio formalmente bajo el artículo 308 del Código Penal de Jordania, porque sino sería detenido... y mi familia me obligó a casarme con él para preservar el honor familiar". Su experiencia ha sido publicada por el Sisterhood is Global Institute, una ONG jordana que promueve los derechos de las mujeres.
Como ella, miles de jóvenes sufren en decenas de países del mundo martirios como este, debido a que existen leyes que permiten a los violadores casarse con sus víctimas y salir impunes. Este martes, Jordania ha dado un paso para salir del grupo de países en los que las violaciones salen gratis si hay matrimonio. El Parlamento ha aprobado la abolición del artículo 308 del Código Penal que eximía a los violadores de sus responsabilidades penales.
Pese al triunfo que supone para las mujeres jordanas la modificación legislativa, aún existen decenas de países en los que se permiten tales crímenes. Líbano, Baréin, Irak, Kuwait, Siria, los territorios palestinos, Filipinas o Etiopía, son algunos de ellos, según el informe de la ONG Equality Now titulado La vergüenza del mundo: la epidemia global de las violaciones.
Jordania: un caso que puede sentar precedente
"Siento que estamos viviendo un momento histórico... todos estos años de campaña han dado sus frutos y enviarán un mensaje positivo al resto de la región". Así ha celebrado Suad Abu Dayyeh, activista feminista de la ONG Equality Now para Oriente Próximo y Norte de África, la decisión de Jordania de modificar su legislación y garantizar amparo legal a las damnificadas por los abusos sexuales.
La parlamentaria jordana Wafa Bani Mustafa, que ha hecho campaña para acabar con esta ley, dijo la semana pasada que los padres a menudo aceptan matrimonios para minimizar la "vergüenza familiar", pero defendió que ninguna chica debería ser "presentada como un regalo" a su violador, según Reuters.
Hasta ahora, las mujeres han sido discriminadas por la ley y, en la práctica, no han recibido ningún tipo de protección adecuada contra los homicidios en nombre del “honor” y otros tipos de violencia de género.
No obstante, el debate en Jordania es consecuencia de una dinámica regional en Oriente Próximo y Norte de África hacia la cancelación de las leyes que dejan impunes las agresiones sexuales. En julio, el Parlamento de Túnez desechó una disposición similar en su Código Penal. "Dos años antes Marruecos retiró una cláusula de su legislación que, en efecto, permitió a algunos hombres escapar del enjuiciamiento por violar a menores si aceptaban casarse con ellos", explica Adam Coogle, investigador de Human Right Watchs (HRW). En 1999 Egipto también desterró esta práctica legal.
La ‘vergüenza’ del mundo
Otro de los países en los que los delitos sexuales están desprotegidos por la ley es India. Allí, las violaciones solamente son un crimen una vez la pareja se ha divorciado o es menor de quince años, mientras que durante el matrimonio se permiten.
Uno de los ejemplos más extremos es Etiopía. Makeda, un mujer etíope, sufrió en sus propias carnes la angustia de una violación. Tenía 13 años, en 2001, cuando fue secuestrada y profanada por Aberew Negussie, un hombre que quería casarse con ella. Este tipo de acontecimientos son muy habituales en su país, donde la ley exime al autor de la violencia sexual tras contraer matrimonio con la víctima, según el informe. En Etiopía es normal que las familias se reúnan y acepten el matrimonio para preservar el llamado honor de la niña y su familia.
En Irak, si el autor del delito contrae matrimonio con la víctima, cualquier acción legal se anula y cualquier investigación u otro procedimiento se interrumpe. Si el abuso se produce antes del matrimonio, entonces el delito es anulado. Allí se reanuda el proceso judicial si dicho matrimonio se divorcia por iniciativa del marido y sin justificación legal, o si el hombre infringe la ley en los próximos tres años.
En Rusia, si el hombre ha cumplido los 18 años de edad y viola a una menor de 16 años, está exento de castigo si se casa con la víctima, lo que es considerado como una “violación legal”. De hecho, en febrero los rusos aprobaron una ley que permite pegar a las esposas una vez al año para ‘preservar la tradición’.
Líbano: próximo objetivo
En Líbano, el grupo de derechos humanos Abaad está llevando una campaña publicitaria con la que pretende presionar al Gobierno. Ha alquilado vallas publicitarias en las que ha instalado imágenes de mujeres con vestidos de boda ensangrentados y desgarrados bajo el eslogan de: "Un vestido blanco no cubre la violación"
"El Parlamento libanés está considerando actualmente la derogación de una disposición similar en sus leyes", apunta Adam Coogle, el investigador de HRW. El caso de Jordania "sin duda puede jugar un rol" e influir en la situación en Líbano, ha dicho para este periódico. Por su parte, la activista Suad Abu Dayyeh, espera que el caso de Jordania "aliente a los parlamentarios en el Líbano a revocarlo sin ninguna excepción".
Las violaciones y los abusos sexuales siguen afectando a casi mil millones de mujeres y niñas en todo el mundo. Asimismo, la ola de derogaciones de las leyes que protegen a los violadores parecen estar avecinando un cambio en la región árabe y en todo el mundo.