Los mensajes de Tourist go home! han llegado a sus destinatarios alto y claro. Los medios de comunicación internacionales no han tardado en hacerse eco de la situación de crisis turística que viven ciudades españolas como Barcelona o Mallorca. Los incidentes provocados por la organización Arran en Barcelona y los movimientos antiturismo de Baleares han llamado la atención de los países europeos, que se sienten implicados al ser los principales visitantes que copan las playas y lugares turísticos de España.
Diarios ingleses como el Daily Mail o el Telegraph reflejan los ataques contra el turismo y las quejas de los vecinos en los principales destinos de los ciudadanos británicos en vacaciones. "El aumento de los visitantes ha llevado a los lugareños a quejarse en puntos turísticos como Palma, donde protestan por la subida de los precios de las propiedades y los alquileres, incluso a pesar de los puestos de trabajo que ayudan a crear", destaca el Daily Mail.
Los suecos, que suponen una importante parte de los extranjeros que visitan el archipiélago balear, también se sienten afectados por la situación. "La ira de los residentes en Mallorca hacia los turistas suecos: 'Ellos se han apoderado de la isla'", titula el diario local Expressen.
La mala imagen del turismo de borrachera, algo que molesta especialmente a los habitantes de las zonas más masificadas, se propaga también a través de medios europeos. "La isla ha tenido suficiente de visitantes borrachos y quiere formas más sostenibles de turismo" apunta la radio alemana Deutsch Welle.
Asimismo, los recientes incidentes provocados por la organización Arran en Barcelona, en los que atacaron un autobús turístico y pincharon las ruedas de las bicicletas, también fueron muy sonados en medios como The Guardian que titulaba "Activistas antiturismo de Barcelona atacan autobuses y bicicletas".
La polémica que surgió por la multa a Airbnb en la capital catalana también ha formado parte del espectro de noticias sobre la crisis de turismo masivo en el país. Así lo recogen The Guardian y el Daily Mail que cuentan que "Barcelona actualmente está teniendo una gran represión en el uso de plataformas de alquiler vacacional como Airbnb".
No obstante, desde fuera algunos medios entienden este tipo de molestias como un efecto minoritario del turismo y apuntan que el beneficio económico que este sector aporta al país es proporcionalmente mayor que los problemas que crea.