Es norma no escrita que las casas donde pasaron su infancia los presidentes de los EEUU se conviertan en lugares de peregrinaje o al menos museos, pero no es el caso de la vivienda donde Donald Trump residió sus primeros cuatro años.
Se encuentra en el barrio neoyorkino de Queens, una casa de dos plantas llena hoy de literas (14 plazas) y disponible en el portal de alquiler turístico Airbnb, a razón de 725 dólares por noche. "Es una oportunidad única y especial de dormir en el hogar de un presidente en activo", dice el anuncio en el portal.
"Comprada hace un año por 2,14 millones"
Tiene cinco dormitorios, tres baños, dos sofás cama y un el salón con una imagen tamaño natural en cartón del presidente. En realidad toda la casa está llena de imágenes de marcos con fotografías del ahora presidente. "No ha cambiado demasiado desde que los Trump viviesen aquí, la cocina es la original y la opulencia de los muebles representa el estilo del presidente", dice el anuncio.
La casa se vendió hace un año a una misteriosa mujer china por 2,14 millones de dólares, ligeramente por encima del precio de mercado en la zona."Estoy un poco decepcionada, esta es una zona residencial y la casa debería venderse o alquilarse a una familia, no convertirse en una especie de motel", lamenta una vecina, Deborah Ayala-Braun, en declaraciones a The Guardian.