Australia ha indicado este miércoles, a través de la principal agencia científica del país, que cree saber "con una certeza y una precisión sin precedentes" el punto en el que se estrelló el avión de Malasia Airlines que desapareció el 8 de marzo de 2014 tras despegar de Kuala Lumpur rumbo a Pekín.
El descubrimiento se ha hecho público después de analizar unas imágenes, tomadas por un satélite militar francés, dos semanas después de que se perdiese la pista del vuelo MH370 con 239 personas a bordo. Entonces, el gobierno australiano rechazó las conclusiones porque consideraba que no eran suficientemente específicas.
En el informe -firmado por Geoscience Australia y Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO)- se explica que el avión habría caído en el Océano Índico, al norte de una zona en la que hace dos años ya se realizaron, sin éxito, trabajos de búsqueda submarina. Las coordenadas exactas de ese punto son 35.6°S, 92.8°E y en las imágenes se observan hasta 12 objetos "probablemente artificiales" flotando en el mar cerca del lugar en el que se sospecha que se produjo el accidente.
David Griffin, oceanógrafo del CSIRO y uno de los principales autores del informe, explicó en declaraciones a la agencia de noticias Reuters que si los restos encontrados son auténticos servirían de apoyo a otros análisis previos que apuntaban a una zona más al norte. "Todo encaja perfectamente", señala Griffin. "Lo único que falta es comprobar que, efectivamente, son piezas del avión".
Uno de los mayores misterios de la aviación
La desaparición del Boeing 777 se ha convertido en uno de los mayores misterios de la aviación de la historia. Se cree que el avión fue desviado miles de millas de su trayectoria después de que alguien apagara lo sistemas de comunicación y virara el aparato. Tras el incidente los investigadores confirmaron que el capitán del MH370, Zaharie Ahmad Shah, había seguido una ruta a través del Océano Índico en su simulador de vuelo, en su casa, muy similar a la que las autoridades creen que el avión tomó antes de desaparecer.
En enero de 2017 China, Australia y Malasia -países que lideraban los trabajos de rastreo en el mar- anunciaron que suspendían la búsqueda submarina después de no encontrar nada, y a pesar de las protestas de las familias de los viajeros.
Varias piezas de restos han sido encontradas en islas del Océano Índico y la costa este de África y al menos tres de ellos han sido confirmados como procedente del avión desaparecido.