El Tribunal Superior de Gujarat, en el oeste de la India, conmutó hoy la pena de muerte por cadena perpetua a 11 musulmanes condenados por la muerte de 59 peregrinos hindúes tras provocar supuestamente el incendio de un tren en 2002.
La sala, presidida por los jueces A.S. Dave y G.R. Udhaari, decidió además ratificar la condena a cadena perpetua de otras 20 personas, sentenciadas también en 2011 por una tribunal ordinario de Gujarat en el mismo suceso, informaron varios medios locales.
Esa corte ordinaria había absuelto en 2011 a otras 63 personas, entre ellas el presunto "cerebro" del ataque, el clérigo musulmán local Hussain Umarji.
Entonces, los condenados fueron hallados culpables de asesinato, de intento de asesinato, incendio y de causar enemistad entre grupos religiosos, entre otros delitos.
El suceso ocurrió en la localidad de Godhra, cuando unos peregrinos, activistas de grupos radicales hindúes, retornaban a Gujarat de una visita a Ayodhya (en el norteño estado de Uttar Pradesh), donde una horda hindú había demolido una mezquita en 1992 levantada, según ellos, sobre el lugar de nacimiento de su dios Ram.
Este episodio en Ayodhya degeneró en disturbios con 2.000 muertos y fue la chispa que prendió los ánimos diez años después en Gujarat, gobernada entonces por el actual primer ministro indio, Narendra Modi, donde tras el incendio del tren se produjo una matanza de un millar de personas, en su mayoría musulmanes.