Alemania ha suspendido su misión de adiestramiento de las fuerzas armadas del Kurdistán iraquí (los peshmergas), ante la escalada del conflicto en el norte de Irak y los enfrentamientos entre tropas iraquíes y kurdas.
La decisión, según informó la edición digital del semanario Der Spiegel, fue adoptada en el ámbito militar el pasado viernes y ayer lunes la ratificó el general Volker Wieker a la ministra de Defensa, Ursula von der Leyen.
En la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, Alemania aprobó en 2014 entrenar a las tropas kurdas y facilitarles armas, munición, vehículos blindados y todo tipo de equipamiento para reforzar sus capacidades ante los terroristas.
La misión queda congelada mientras se suceden los enfrentamientos en la provincia de Kirkuk (norte de Irak), donde las fuerzas iraquíes se hicieron ayer con el control de varias áreas e instalaciones estratégicas que se disputa con el Gobierno kurdo.
Entre ellas está la principal base militar de la región, que fue establecida por EEUU y fue sede del Ejército iraquí hasta que las tropas kurdas le arrebataron su control durante la ofensiva contra el Estado Islámico en 2014.
Según Der Spiegel, la mayoría los efectivos alemanes desplegados en la región se encuentran estacionados en Erbil, zona estable por el momento.
La provincia de Kirkuk, rica en petróleo, se ha convertido en el principal centro de las tensiones entre el Gobierno central y el del Kurdistán tras la celebración del referéndum de independencia kurdo el pasado 25 de septiembre.
El Gobierno alemán rechazó el referéndum unilateral al considerar que la integridad territorial de Irak es "un bien irrenunciable" y advirtió que la consulta podía empeorar la volátil situación en la región.