El Ejército de Filipinas anunció hoy que en las últimas horas ha matado a 20 rebeldes afines al grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Marawi, donde continúan los combates pese a que el Gobierno declaró liberada el martes la ciudad sureña tras cinco meses de enfrentamientos.
Los soldados abatieron a 13 rebeldes el miércoles y a otros 7 hoy en esta urbe del oeste de la isla de Mindanao, donde "continúa una intensa batalla" contra los yihadistas, indicó a Efe el portavoz del Ejército, Restituto Padilla.
El portavoz confirmó que uno de los insurgentes muertos es el terrorista malasio Mahmoud Ahmad, un profesor universitario especializado en estudios religiosos considerado el tesorero del EI en el Sudeste Asiático y la persona encargada de reclutar combatientes extranjeros para el levantamiento en Marawi.
Las Fuerzas Armadas, que no sufrieron bajas y solo registraron seis heridos en los enfrentamientos de las últimas horas, confían en poner punto y final al conflicto con una victoria "entre hoy y mañana si es posible", según Padilla.
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, declaró hace dos días "liberada" Marawi al confirmarse la muerte de los dos principales líderes rebeldes y a falta de que el Ejército neutralizara al último reducto de la resistencia yihadista.
Las Fuerzas Armadas creían entonces que quedaban menos de 30 terroristas, pero este jueves han reconocido que esa estimación era demasiado baja.
"Tras matar a otros 20 terroristas, hemos recibido nueva información de sus rehenes que apunta a que quedan al menos otros 20 escondidos", explicó el portavoz.
El conflicto, iniciado el pasado 23 de mayo con un levantamiento armado del Grupo Maute, una organización terrorista local vinculada al EI, suma, según los datos del Gobierno, más de un millar de muertos: 867 rebeldes, 163 soldados y 47 civiles.
La batalla se decantó definitivamente del lado del Ejército en la madrugada del domingo al lunes, cuando en una ofensiva planeada al detalle los soldados mataron a los dos líderes del remanente yihadista en la ciudad, Isnilon Hapilon y Omar Maute.
El próximo paso es iniciar los trabajos de reconstrucción y organizar el regreso de los aproximadamente 400.000 desplazados por el conflicto a Marawi -una ciudad de unos 200.000 habitantes-, y alrededores.
La tarea podría llevar un largo tiempo y enormes esfuerzos materiales ya que varias zonas de la ciudad han quedado devastadas tras cinco meses de intensos combates.