El viceprimer ministro de Australia y líder del Partido Nacional, Barnaby Joyce, ha perdido el cargo en el Parlamento junto a cuatro senadores por una decisión judicial que ratifica la prohibición a los políticos de tener doble ciudadanía.
El Tribunal Supremo de Australia decidió que Joyce, quien posee nacionalidad australiana y neozelandesa, es "inelegible" para ocupar su escaño de parlamentario, por lo que el partido gobernante pierde su mayoría en la Cámara.
Además, cuatro representantes del Senado perdieron sus asientos: Fiona Nash (Partido Nacional), Malcolm Roberts (One Nation) y Larissa Waters y Scott Ludlam (Verdes).
La sección 44 de la Constitución de Senadores y Miembros del Parlamento de Australia establece que todo legislador debe tener únicamente la nacionalidad australiana.
Australia organizará el 2 de diciembre elecciones en el distrito de New England, Nueva Gales del Sur (Este), para reemplazar al parlamentario destituido; mientas que en el Senado los asientos serán asignados a otras personas dentro de su formación política.
Joyce, quien desde el primer momento incidió en su desconocimiento sobre su segunda ciudadanía, pidió en declaraciones a los medios perdón a sus votantes y afirmó que se presentará a los sufragios parciales, después de que renunciara en agosto a su pasaporte de Nueva Zelanda.
"No tengo razones para considerar que soy ciudadano de otro país más que Australia", expresó el ya exviceprimer ministro, al remarcar que "respeta" la decisión y la "maravillosa democracia, con sus controles y balances" de Australia.
Joyce, al igual que su madre, nació en la suroriental ciudad de Tamworth, en Nueva Gales del Sur.
Sin embargo, el padre del político nació en Nueva Zelanda y emigró a Australia en la década de 1947 como "sujeto británico", un año antes de que se creara el concepto de ciudadanía australiana.
Por la procedencia paterna, el político heredó la ciudadanía neozelandesa, país que no requiere una solicitud formal para otorgar la nacionalidad.
Crisis política
Con este escenario, el gobierno liderado por el primer ministro, Malcolm Turnbull, tendrá que negociar con los tres parlamentarios independientes para retener su mayoría en la Cámara Baja conformada por 150 representantes, al menos hasta la nueva votación.
"La decisión de hoy no es claramente el resultado que esperábamos, pero el trabajo del Gobierno continúa", expresó el mandatario al alabar desde Israel, donde realiza una visita oficial, el rol de Joyce en el Ejecutivo.
Bill Shorten, líder del Partido Laborista, principal grupo opositor, pidió la dimisión de Turnbull por sus "terribles decisiones".
"Joyce quebrantó la ley y como resultado ahora tenemos un gobierno en minoría", apuntó Shorten en un mensaje publicado en la red social Twitter.
Tras la sentencia del Supremo, la coalición gobernante mantiene 75 escaños en el Parlamento frente a los 69 de laboristas, con otros cinco asientos en manos de partidos minoritarios y políticos independientes y uno -el de Joyce- vacante.
El tribunal, por otra parte, consideró "elegibles" a los senadores Nick Xenophon, del partido homónimo, y Matt Canavan, del Partido Liberal; este último recupera su puesto como ministro de Recursos.
Los verdes Waters y Ludlam dimitieron hace semanas, mientras este viernes Xenophon anunció que también deja su asiento a pesar de la decisión favorable para él.