Los buques de Médicos Sin Fronteras (MSF) y SOS Mediterráneo han rescatado a casi 600 inmigrantes en el Mediterráneo central cuando intentaban llegar a Italia desde Libia, aunque un número desconocido de personas ha desaparecido en la travesía y las organizaciones creen que murieron ahogados.
El rescate tuvo lugar el pasado día 1 de noviembre, cuando una lancha se hundió y decenas de inmigrantes, entre ellos mujeres y niños, se cayeron al agua, indicó el médico de MSF Seif Khirfan que se encontraba a bordo del buque Aquarius.
Aunque MSF no recuperó los cuerpos sin vida de los inmigrantes caídos al agua, Khirfan aseguró: "vimos a gente sumergida".
El equipo de MSF lanzó chalecos al agua y pudo reavivar a un hombre con una parada cardiorrespiratoria, que fue evacuado en un helicóptero a Italia.
Además hubo varios casos de hipotermia suave y moderada, y los médicos de MSF trataron también heridas previas que los inmigrantes habían sufrido en Libia, un país donde los refugiados y los migrantes están expuestos a "niveles alarmantes de violencia y explotación".
La gran mayoría de inmigrantes rescatados en el Mediterráneo habían transitado por Libia y relataron a los equipos de MSF los abusos que habían sufrido de la mano de traficantes, grupos armados y milicias.
Los abusos incluyen violencia, incluida sexual, así como detención arbitraria en condiciones inhumanas, tortura y otras formas de malos tratos, explotación económica y trabajo forzado.