La policía alemana ha registrado entre enero y septiembre de este año un total de 211 ataques contra centros de refugiados, casi uno al día, aunque supone un claro descenso con respecto a las cifras de los dos años anteriores.
Según estadísticas de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) publicadas por el diario "Neue Osnabrücker Zeitung", la mayor parte de estos ataques tuvieron una motivación política y un contexto ultraderechista.
En los nueve primeros meses del año se han registrado más ataques contra albergues de acogida que en el conjunto de 2014, un año antes de que se desatase la crisis de los refugiados, cuando se contabilizaron 199.
No obstante, la cifra indica que en el conjunto de 2017 se va a consolidar la tendencia a la baja que se inició el año pasado tras el máximo histórico de ataques que se produjo en 2015, año en el que llegaron a Alemania cerca de 900.000 peticionarios de asilo.
La BKA registró en 2015 un total de 1.031 delitos contra centros de refugiados, entre los que se incluyen ataques incendiarios y asaltos, y cerca de un millar en 2015.
En comparación, entre enero y septiembre del año pasado tuvieron lugar 866 ataques contra este tipo de instalaciones.