Las autoridades chinas han detenido en los últimos meses hasta una treintena de familiares de la activista de la minoría uigur Rebiya Kadeer, que actualmente vive exiliada en Estados Unidos, denunció Amnistía Internacional (AI).
Todos ellos "corren un alto riesgo de tortura y malos tratos", alertó la organización de defensa de los derechos en un comunicad, en el que se subraya que se desconoce el motivo por el que fueron arrestados.
AI presupone que se encuentran en uno de los muchos centros de detención de la región autónoma uigur de Sin-Kiang, en la provincia occidental de Xinjiang, más conocidos como centros contra el extremismo, llamados "de educación y transformación", donde, según la organización, se suele retener a personas durante periodos de entre 6 y 12 meses.
Las autoridades chinas consideran a algunos miembros de la minoría musulmana uigur forman parte de organizaciones terroristas como el Movimiento del Turkestán Oriental (ETIM, siglas en inglés) y que vincula con organizaciones yihadistas extranjeras como el Estado Islámico (EI).
Según AI, entre los detenidos en estos últimos meses se encuentra el hijo de Kadeer, Ablikim Abudureyim, quien a estuvo en prisión durante doce años por intentar defender los derechos de su madre, así como la esposa y los hijos de éste, además de otros hermanos, nietos y parientes lejanos de la defensora de derechos humanos.
Rebiya Kadeer, quien en su día fue miembro de la Conferencia Consultiva Política de China, fue sentenciada a ocho años de prisión en 1999 acusada de filtrar "secretos de Estado".
Considerada una de las defensoras más conocidas de los derechos de su minoría, en la actualidad vive exiliada en Estados Unidos, donde preside el Congreso Mundial Uigur.