La tragedia ocurrió en el zoco semanal de los domingos de Sidi Boulaalam, a 70 kilómetros de la localidad costera de Essaouira, durante una operación de distribución de ayuda alimentaria en beneficio de los ciudadanos.
Alrededor de 800 personas, mayoritariamente mujeres, se concentraron al enterarse que una asociación de la región repartía gratuitamente paquetes de comida de un valor de 15 euros entre la gente más necesitada de la región. Se agolparon a las puertas de un cobertizo que alojaba las ayudas, produciéndose tropiezos, caídas y una avalancha humana que los organizadores no pudieron controlar.
Las víctimas murieron pisoteadas y algunas en estado grave, la mayoría mujeres, ancianos y niños, fueron evacuadas al Hospital Universitario de Marrakech. Las autoridades competentes intervinieron movilizando las ambulancias necesarias para trasladar al resto de heridos al hospital provincial de Essaouira donde recibieron la atención necesaria, según un comunicado del ministerio de Interior.
El número de muertos y heridos ha aumentado a lo largo del domingo y podría seguir creciendo; pero al cierre de esta edición, los datos oficiales aportados por el ministerio de Interior confirman 15 mujeres muertas y 5 heridas. Sin embargo, los medios de comunicación locales enumeran hasta 38 heridos y 17 fallecidos.
La Fiscalía investiga las causas
Las primeras investigaciones apuntan a que la responsabilidad recae en la falta de organización en la distribución de donaciones por parte de una asociación local. El presidente de la organización, que quería ayudar a la población y a quien califican de "mecenas" o de "hombre poderoso", fue detenido y la Fiscalía general ha abierto una investigación judicial para establecer las responsabilidades y las circunstancias de la tragedia. Paralelamente el Ministerio de Interior ha abierto otra línea de investigación administrativa.
El Rey Mohamed VI no tardó en reaccionar a pesar de que se encontraría fuera del país, en una visita privada en Gabón. El monarca dio instrucciones para tomar las medidas necesarias y proporcionar la asistencia necesaria a las personas afectadas. En un comunicado, difundido por la agencia de noticias MAP, informó de que pagará personalmente los gastos de los funerales de las víctimas mortales y el cuidado de los heridos.
Sin embargo, al conocerse la noticia y difundirse en las redes sociales, ciudadanos marroquíes de otras regiones del país no tardaron en criticar la política y la desigualdad económica haciendo alusión a los "palacios reales", a la compra del "nuevo satélite espía" o al "regalo de obras de arte a los Emiratos Árabes".
No se han respetado los protocolos
Tras conocerse la tragedia, EL ESPAÑOL se puso en contacto con la asociación ITRAN que realiza periódicamente reparto de comida y ropa en Marruecos. Su presidente, Mohamed Alami, que ya sufrió intentos de avalanchas en Casablanca y el Rif "por la mala gestión de los equipos" en el reparto de enseres, recomienda que, "debido a que hay zonas que están muy necesitadas, cualquier reparto de ayuda siempre es mejor contactar previamente con las autoridades, hacer una lista de familias más pobres, y llamarlas directamente".
Es frecuente que la población acuda a lugares donde se distribuyen alimentos, especialmente en las áreas aisladas de Marruecos. Las instalaciones son financiadas normalmente por las autoridades o por entidades privadas.
Estas ayudas llegan especialmente cuando se producen condiciones meteorológicas extremas. El caso de esta región de sur del país, que en los últimos meses ha sufrido sequía y por lo tanto un incremento de los precios.