La ONU elevó este viernes a quince el número de "cascos azules" que murieron este jueves en el ataque perpetrado contra su Misión en la República Democrática de Congo (MONUSCO). "Ahora podemos confirmar al menos 15 "cascos azules" muertos y otros 53 heridos, tres de ellos en estado muy grave", dijo el jefe de las operaciones de paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, en un encuentro con la prensa en la sede del organismo.
Lacroix, que no descartó que el saldo de víctimas pueda cambiar en las próximas horas, confirmó también que al menos otros tres soldados están desaparecidos desde que se perpetró el ataque en la provincia de Kivu, en el norte del país.
Se trata del peor ataque contra las fuerzas de paz de la ONU en la historia reciente de la organización, según denunció previamente el secretario general, Antonio Guterres, quien había confirmado inicialmente al menos 12 muertos y 40 heridos. "Estos ataques deliberados contra las fuerzas de paz de la ONU son inaceptables y constituyen un crimen de guerra", dijo Guterres, quien añadió que "no pueden quedar impunes" por lo que pidió que los responsables sean llevados ante la justicia.
El noreste de la RD Congo lleva años sumido en un largo conflicto entre numerosos grupos rebeldes, con matanzas pese a la presencia del Ejército congoleño y de las fuerzas de la misión de paz de la ONU, la MONUSCO.