Hace seis días que Irán vive una de las mayores protestas sociales de los últimos años. Miles de personas han salido a la calle en los últimos días en unas manifestaciones que han provocado ya más de 20 muertos a causa de los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad.
Todo empezó el jueves pasado, en la ciudad de Mashhad, la segunda más grande del país, por la actual política económica del gobierno, el aumento del coste de la vida y la corrupción. El país, con una creciente inflación, un alto desempleo y una cada vez mayor desigualdad, vive uno de sus momentos más críticos a nivel económico.
Pero las protestas rápidamente se transformaron en manifestaciones en contra del sistema islámico en su conjunto, con gritos de “muerte al dictador” y ataques a los símbolos del régimen iraní. En las imágenes difundidas en las redes sociales, antes de que el Gobierno iraní decidiera cerrarlas, se podía apreciar a los manifestantes coreando lemas contra el presidente del país, Hasán Rohani, y contra el clero, al que acusan de no empatizar con los problemas reales de la sociedad. "La nación es un mendigo, mientras los clérigos viven como Dios", o "Independencia, libertad, república iraní", eran las frases más escuchadas en los vídeos publicados.
Ante las protestas, el Gobierno reaccionó con represión. El Ministerio del Interior recordaba que las manifestaciones no estaban autorizadas y eran, por eso, “reuniones ilegales” y pedía al pueblo que “no participara en las concentraciones”. Y pese a que, en un primer momento, el presidente llegó a decir que las protestas representaban “una oportunidad, no una amenaza", y a defender el derecho del pueblo a “expresar su crítica y su protesta” también prometió medidas duras contra de los infractores de la ley. "Nuestra nación va a lidiar con esta minoría que canta consignas contra la ley y la voluntad del pueblo y que insulta la santidad y valores de la revolución", prometió.
También la influyente Guardia Revolucionaria prometió responder con "puño de hierro" si continuaban las protestas, mientras el líder supremo de la República Islámica, el ayatola Alí Jamenei, culpó abiertamente a "los enemigos de Irán" por los disturbios. "En días recientes, los enemigos de Irán han empleado diferentes herramientas, incluido dinero, armas, política y servicios de inteligencia para crear problemas en la República Islámica", dijo Jamenei a través de su cuenta oficial en Twitter.
Más de 20 muertes
Las calles se han llenado de policías uniformados y vestidos de civil y, así como los miembros del Basij, que conducen motocicletas, una fuerza voluntaria bajo la Guardia Revolucionaria. Los enfrentamientos han cobrado la vida de más de 20 personas.
Nueve personas murieron en la noche del lunes, en la región de Isfahán, en el centro de Irán, según medios locales. Entre las víctimas se encuentran seis manifestantes que murieron en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad cuando atacaban la comisaría de la ciudad de Qahderijan. Además, murió un niño de 11 años tiroteado, un miembro de los Guardianes de la Revolución de un disparo y un policía.
Estas víctimas se suman a las 10 que perdieron la vida en la noche del domingo, y a las dos producidas la noche anterior, la mayoría por disparos.
Además, las fuerzas de seguridad han detenido a más de 450 personas en la capital, Teherán y el gobierno amenaza con acusar a los manifestantes de delitos penados con la muerte. "Cada día que pase y las personas sean detenidas, aumentará su crimen y castigo y nosotros ya no los consideramos manifestantes por sus derechos, sino que quieren perjudicar al régimen", dijo este martes el presidente del Tribunal Revolucionario de Teherán, Musa Ghazanfarabadí, según la agencia iraní de noticias Tasnim.
Los detenidos serán declarados culpables de diferentes delitos, entre los que figuran "atentar contra la seguridad nacional" y la "enemistad con Dios" (moharebeh), ambos penados con la condena a muerte, aclaró Ghazanfarabadí .
Condena internacional
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha tuiteado varias veces apoyando las protestas "El pueblo de Irán está actuando contra su brutal y corrupto Gobierno. Todo el dinero que el presidente Obama les dio de manera tonta, fue para sus bolsillos y el terrorismo. La gente no tiene derechos, hay poca comida y mucha inflación. Los EEUU están observando".
En un comunicado a última hora del domingo, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, subrayó que Estados Unidos "apoya el derecho del pueblo iraní a expresarse pacíficamente" y dijo que "sus voces merecen ser oídas". "Alentamos a todas las partes a proteger este derecho fundamental a la libertad de expresión y evitar cualquier acción que contribuya a la censura", indicó Sanders.
En Europa las críticas también se han sucedido. La alta representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Federica Mogherini, confió en que se respete el derecho a manifestarse pacíficamente y a la libertad de expresión en Irán."Esperamos que el derecho a manifestarse pacíficamente y de libertad de expresión sean garantizados", indicó.
En respuesta, el presidente iraní consideró que los enemigos de la República Islámica no toleraron los éxitos que obtuvo con el acuerdo nuclear y que, para vengarse, estimularon a la gente para que protestase. "Nuestro progreso para ellos era intolerable, nuestro éxito en el mundo de la política ante Estados Unidos y el régimen sionista (en referencia a Israel) fue intolerable para ellos", dijo.