Al menos 18 personas, 14 de ellas extranjeras, murieron y otras siete resultaron heridas en el ataque con tres terroristas al lujoso Hotel Intercontinental de Kabul, que terminó este domingo cerca de 12 horas después de su inicio, según informa AFP. Los talibanes se han atribuido la autoría.
"El ataque ha terminado completamente después de que todos los atacantes fuesen eliminados", dijo a Efe el portavoz del Ministerio de Interior Nasrat Rahimi.
La fuente precisó que seis civiles perecieron y otras siete personas resultaron heridas como resultado del asalto al hotel, donde todavía se encuentran presentes la Policía y los equipos de investigación para despejar la zona de explosivos.
Otro portavoz del departamento, Najib Danish, precisó a Efe que entre los fallecidos se encuentra un extranjero, si bien rechazó detallar su nacionalidad.
Las fuerzas de seguridad rescataron a 151 huéspedes y empleados del establecimiento, entre ellos 41 extranjeros, que se encuentran ya en un lugar seguro.
Hotel atacado en 2011
"Todas las habitaciones del hotel han sido despejadas una por una, el hotel está completamente despejado y la operación ha terminado. Ninguno de los terroristas continúa en el establecimiento", afirmó Danish.
Una parte de la sexta planta continúa en llamas y los servicios contraincendios se encuentran ya en el lugar para tratar de controlar el fuego, según el portavoz.
La acción comenzó sobre las 21.00 hora local del sábado (16.30 GMT) en el Hotel Intercontinental, situado en lo alto de una colina en el oeste de la capital afgana y siempre bajo un alto nivel de vigilancia por parte de las fuerzas de seguridad.
El hotel, que ya fue objetivo de un ataque similar en 2011, cuando murieron 21 personas, es frecuentado por extranjeros y afganos adinerados y a menudo acoge fiestas privadas y eventos oficiales como ruedas de prensa, seminarios y conferencias.
El Gobierno de Kabul sólo controla el 57% del país
Kabul fue objetivo en 2017 de graves ataques insurgentes. A principios de mes, once personas murieron, entre ellas cinco policías, y 25 resultaron heridas después de que un atacante suicida detonara los explosivos que llevaba cerca de las fuerzas de seguridad que vigilaban una manifestación en la capital afgana.
A finales de mayo pasado se produjo en la ciudad el peor atentado ocurrido en Afganistán desde la caída del régimen talibán con la invasión estadounidense en 2001, cuando un camión cargado de explosivos causó 150 muertos y más de 300 heridos.
Desde el final de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, el Gobierno de Kabul ha ido perdiendo terreno ante los insurgentes hasta controlar apenas un 57% del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.