Al menos 48 personas han muerto y más de medio centenar han resultado heridas en un ataque suicida a un centro de registro de votantes en el oeste de Kabul, según fuentes gubernamentales. El Estado Islámico ha reclamado su autoría.
Un portavoz del Ministerio de Salud Pública afgano, Wahidullah Majroh, indicó que los hospitales de Kabul han recibido 48 muertos y 112 heridos en el atentado.
Un portavoz de la Policía de Kabul, Hashmatullah Stanekzai, confirmó que entre las víctimas hay niños y mujeres.
"La evacuación de las víctimas de la escena del ataque ha terminado", dijo el representante policial.
La explosión se produjo alrededor de las 10.00, hora local (5.30 GMT) en el área de Qala-e-Nazir, cuando un suicida se inmoló entre la gente que aguardaba en cola para registrarse en un centro de votación.
Stanekzai indicó que el suicida detonó los explosivos en la "cola en que un gran número de personas, incluidas mujeres, aguardaban para entrar al centro".
El centro de registro se encuentra en un barrio con gran población de la minoría religiosa chií hazara, habitual objeto de atentados por parte del Estado Islámico.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid indicó en la red social Twitter que el Emirato Islámico, como se autodenominan los talibanes, no tiene nada que ver con explosión de hoy en la capital afgana.
El proceso de registro de votantes para las elecciones parlamentarias comenzó la pasada semana en Kabul como parte de un proceso que continuará durante las próximas semanas.
En lo que va de año la capital afgana ha sido objeto de varios atentados, el más importante el perpetrado a finales de enero por los talibanes con una ambulancia bomba que explotó en el medio de la calle en un céntrico barrio de Kabul matando a más de un centenar de personas.
Tras ese ataque, las autoridades de la capital han revisado todo el plan de seguridad de la ciudad y lo han sustituido para evitar grandes atentados.
El presidente afgano, Ashraf Gani, llamó a finales de febrero a los talibanes a sentarse en la mesa de negociación para encontrar una solución pactada al conflicto que vive el país desde la invasión estadounidense en 2001.