El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha inaugurado este martes subido en un camión el puente de 19 kilómetros de longitud que une la península de Crimea, anexionada hace cuatro años, con la Rusia continental a través del estrecho de Kerch. El jefe del Kremlin llegó a Kerch procedente de Sochi, también a orillas del mar Negro y donde se encuentra estos días, e inmediatamente se desplazó al puente para la ceremonia oficial. "Al final, gracias a vuestro talento este proyecto, este milagro, ha sucedido", proclamó Putin a los obreros.
Vestido de manera informal, con pantalones vaqueros y una cazadora azul marino, el presidente ruso abordó uno de los grandes camiones Kamaz que han participado en los trabajos y se sentó al volante acompañado por varios trabajadores, según pudo verse en directo por la televisión rusa. Tras hacer sonar el claxon, al igual que el resto de los vehículos pesados, Putin arrancó el camión y lo condujo a lo largo del puente en dirección a Crimea, encabezando una larga comitiva de camiones naranjas.
"Es un día extremdamente importante para Putin desde desde el punto de vista simbólico", aseguró un portavoz del Kremlin. Antes de hacer el recorrido, el líder ruso departió primero con los responsables de esta gigantesca obra, que empezó a construirse en febrero de 2016 y ha tenido un coste total de 228.000 millones de rublos (3.000 millones de euros al cambio actual).
El puente incluye cuatro carriles para vehículos -dos en cada dirección- que serán abiertos al público a primera hora del miércoles, y dos vías de tren -una en cada dirección-, que se espera estén terminadas a finales de 2019.
La construcción del puente para conectar Crimea con la Rusia continental sin pasar por territorio ucraniano fue una de las promesas de Putin tras la anexión en mayo de 2014, después de un referéndum en la península no reconocido por Ucrania ni la comunidad internacional y una intervención militar incruenta.
Desde Kiev, el presidente ucraniano Petro Poroshenko dijo que "la construcción ilegal del puente de Kerch es la última muestra del poco respeto que muestra el Kremlin por las leyes internacionales". "Es particularmente cínico que esta inauguración tenga lugar en la víspera del último aniversario de la deportación de los tártaros de Crimea por el régimen soviético de Stalin".
Un portavoz de la Unión Europea también afirmó en un comunicado que el puente es "otra violación del soberanismo de Ucrania y su integridad territorial. La UE sigue condenando la anexión ilegal de Crimea y Sebastopol por Rusia".