El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, amenazó este jueves con sanciones a Turquía hasta que libere al pastor protestante estadounidense Andrew Brunson, acusado de terrorismo en Turquía y que está bajo arresto domiciliario tras haber salido este miércoles de prisión.
"Estados Unidos impondrá severas sanciones sobre Turquía", dijo Pence durante una ceremonia en el Departamento de Estado, que acoge desde el martes una cumbre sobre libertad religiosa con la participación de más de 80 representantes de Gobiernos de todo el mundo.
Dirigiéndose directamente al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, Pence añadió: "Libere al pastor Brunson ahora o prepárese para enfrentar las consecuencias".
El pastor protestante estadounidense Andrew Brunson, que lleva más de 20 años viviendo en Turquía, fue encarcelado en octubre de 2016 durante la ola de detenciones que realizó el gobierno de Turquía tras el fracasado intento de golpe de Estado de julio de ese año contra el presidente Recep Tayip Erdogan. Brunson fue imputado con cargos por espionaje e intento de derrocar al gobierno.
La Fiscalía considera que tiene lazos con el proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), la guerrilla secesionista kurda en Turquía, y que está vinculado con la cofradía del predicador islamista Fethullah Gülen, exiliado en EEUU, a la que Ankara achaca el fallido golpe de Estado de 2016.
Un tribunal turco ordenó el miércoles la excarcelación de Brunson tras 21 meses en prisión y lo puso bajo arresto domiciliario. "Turquía -resumió Pence- lo liberó de prisión, pero sólo para ponerlo bajo arresto domiciliario. Es un primer paso, pero no suficiente. Hablé ayer con el pastor y con su esposa Norine y sé que la fe les sostendrá, pero no debería. El pastor se merece ser libre".
El vicepresidente prometió a una de las hijas del religioso, que estaba entre el público, que trabajará "sin descanso" con el presidente estadounidense, Donald Trump, para que su padre sea puesto en libertad y pueda reunirse cuando antes con su familia.
El caso de Brunson ha elevado las tensiones entre Ankara y Washington, que atraviesan un momento crítico desde el intento de golpe de Estado de 2016. Turquía considera a Gülen responsable de ese golpe de Estado y ha solicitado a Washington su extradición, puesto que vive en Pensilvania; pero el Departamento de Justicia de EEUU ha rechazado la petición.
Ante las peticiones de EEUU para que Turquía libere a Brunson, Erdogan ha llegado a insinuar la posibilidad de "intercambiar a un pastor por otro", en relación a la petición de entrega de Gülen.