El pasado viernes, la diplomacia canadiense instó a Riad a poner en libertad a varios activistas que apoyan los derechos de las mujeres. El Ministerio saudí de Asuntos Exteriores consideró que la queja canadiense supone una "injerencia flagrante en los asuntos internos del Reino", a la vez que defendió la legalidad de las detenciones. Como respuesta a las críticas de Canadá, Arabia Saudí ha tomado ciertas medidas al respecto.
Expulsión del embajador
El Gobierno de Arabia Saudí declaró este lunes persona non grata al embajador canadiense, al que le dio un plazo de 24 horas para salir del país.
Las autoridades de Riad también convocaron a consultas al embajador saudí en Ottawa y suspendió todas las nuevas transacciones comerciales e inversiones con Canadá, indicó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado publicado por la agencia oficial SPA.
"Las personas mencionadas fueron detenidas legalmente por la Fiscalía por cometer delitos punibles por la ley, que también garantizaba los derechos de los detenidos y les proporcionó el debido proceso durante la investigación y el juicio", se indica en el comunicado.
Riad aseguró que se reserva el derecho a tomar nuevas medidas y advirtió de que si Canadá da "un paso más en esa dirección", lo considerará un reconocimiento del derecho de injerencia de Arabia Saudí en los asuntos internos de Canadá.
Traslado de estudiantes
Arabia Saudí se prepara para trasladar a 7.000 estudiantes saudíes de Canadá a otros países de forma inmediata.
El plan contempla, además, el traslado de 5.000 familiares de los estudiantes becados que también residen en Canadá, dijo el viceministro saudí de Becas, Jasir al Harbash, en una entrevista a la televisión estatal Al Ijbariya.
"El Ministerio de Educación empezó los trámites para trasladar a los estudiantes con sus acompañantes desde Canadá hacia otros países", declaró Al Harbash.
La mayoría de los estudiantes irá a Estados Unidos, el Reino Unido, Japón, Australia y Singapur por la "calidad" de sus sistemas educativos y por la "diversidad de oportunidades existentes en estos países", indicó el responsable saudí.
El resto de los becados, añadió, se trasladará a países con un alto nivel en educación y donde puedan estudiar en inglés "para garantizar que no se afecta a sus estudios".
Al Harbash detalló que, entre los 7.000 estudiantes saudíes becados en Canadá, alrededor de 5.000 son universitarios y los 2.000 restantes alumnos de máster o doctorado.
Respuesta canadiense
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, afirmó este lunes que Ottawa seguirá defendiendo los derechos humanos "en todo el mundo".
Freeland añadió que su Gobierno adopta esta posición "con humildad verdadera y el reconocimiento" de que tiene "mucho trabajo que hacer" en su propia casa.
"Una de las características de la democracia es la voluntad de reconocer nuestros propias carencias en casa. Y eso, en vez de descalificarnos para poder hablar sobre mujeres que son discriminadas en todo el mundo, nos da fortaleza para hablar por ellas", continuó.
"Así que Canadá va a continuar haciendo eso", dijo la ministra canadiense.
La crisis con Arabia Saudí puede afectar especialmente a la industria militar canadiense que en 2014 firmó un acuerdo con las autoridades de Riad por valor de 15.000 millones de dólares canadienses (11.500 millones de dólares estadounidenses) para el suministro de vehículos blindados a las fuerzas armadas saudíes.
Las relaciones comerciales entre Canadá y Arabia Saudí ascienden a unos 3.600 millones de dólares canadienses (unos 2.770 millones de dólares estadounidenses) al año.