El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, pidió este viernes de nuevo a la ciudadanía que cambien "los dólares y el oro que tengan bajo el colchón" para frenar la caída de la lira que esta jornada ha bajado alrededor del 10 % frente al euro y dólar.
"No teníamos problemas económicos reales, pero fuimos blanco de ondas financieras inestables artificiales", aseguró el mandatario durante un discurso público en la provincia de Bayburt, en el este de Anatolia, transmitido en directo por la cadena NTV.
"No perderemos esta guerra económica. El dólar no puede cortarnos el camino. Responderemos con nuestra moneda nacional. El mandatario repitió así una sugerencia realizada por primera vez en diciembre de 2016 para controlar la pérdida de valor de la moneda turca, y que desde otoño pasado viene repitiendo con frecuencia, sin surtir efecto.
Durante la hora que duró su discurso, la lira se volvió a depreciar de forma aguda, pasando de 5,92 a 6,24 unidades por dólar, aunque después se recuperó algo.
"Esto es una lucha nacional. Podemos tener dificultades durante un par de días, pero las superaremos", prometió. El presidente dijo que los problemas fueron causados por otros países, que no nombró, pero Erdogan constató que : "Nuestras relaciones con estos países han llegado a un punto irreparable".
En opinión de los analistas, la inaudita caída acelerada de la lira, que ha perdido un 25% solo desde inicios del mes, se debe en parte a las tensiones diplomáticas con Estados Unidos, que exige la puesta en libertad del pastor protestante Andrew Brunson, detenido en Turquía desde hace dos años bajo acusaciones diversas de vínculos terroristas.
Turquía se ha negado a liberar al religioso, aunque a finales de julio lo trasladó a arresto domiciliario, y una delegación del Ministerio de Exteriores turco, que este jueves regresó de EE UU tras dos días de entrevistas, tampoco consiguió negociar un acuerdo.