Soldados del ejército afgano, durante la celebración del 99 aniversario de la independencia.

Soldados del ejército afgano, durante la celebración del 99 aniversario de la independencia. WATAN YAR Agencia EFE

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Kabul anuncia un alto el fuego de tres meses con los talibanes

19 agosto, 2018 18:38

El presidente de Afganistán, Ashraf Gani, ha anunciado este domingo un alto el fuego de tres meses con los talibanes a condición de que los insurgentes lo implementen también, y que de cumplirse sería el segundo en 17 años de conflicto.

Después de establecer un alto el fuego temporal a mediados de junio con motivo de la festividad musulmana de Aíd al Fitr (que marca el final del mes sagrado musulmán de Ramadán), que coincidió durante tres días con uno unilateral de los talibanes, Gani anuncia ahora una medida que sería la más larga desde la invasión estadounidense en 2001.

"Anunciamos un alto el fuego que tendrá efecto desde mañana, lunes, el Día de Arafat (segundo día de peregrinación a La Meca), hasta el día del nacimiento del profeta, siempre y cuando los talibanes hagan lo mismo", dijo Gani en un discurso conmemorativo del 99 aniversario de la Independencia de Afganistán.

Ante diferentes altos cargos en el Palacio Darul Aman de Kabul, Gani instó a la dirigencia de los talibanes a que "apruebe los deseos de los afganos para una paz duradera y real" y la urgió "a que se prepare para unas conversaciones de paz, de acuerdo con los valores y principios islámicos".

La medida, que se implementaría del 20 de agosto al 20 de noviembre, de aceptarla el grupo insurgente, fue anunciada con motivo de la festividad musulmana del Aíd al Adha o "fiesta del sacrificio", que se celebrará el miércoles.

El presidente afgano insistió en que el alto el fuego depende de la "postura" de los talibanes al respecto, ya que una medida tal no puede ser "unilateral".

La decisión fue tomada en línea con los deseos de diferentes sectores de la sociedad afgana, como políticos, mujeres y activistas, además de clérigos islámicos e incluso del rey Salman Bin Abdelaziz de Arabia Saudí, custodio de las mezquitas sagradas de La Meca y Medina.

El anterior alto el fuego, el primero desde 2001, resultó en tres días de abrazos entre talibanes y miembros de las fuerzas de seguridad, con combatientes de ambos bandos entrando libremente en zonas controladas por el otro.

Imágenes de la insólita estampa inundaron las redes sociales y provocaron un aluvión de peticiones para la implementación de una tregua de larga duración.

Por su parte, la dirigencia del grupo talibán ha afirmado haber alcanzado un acuerdo sobre el alto el fuego, aunque todavía se espera la aprobación de su líder supremo, Haibatulá Ajunzada.

Liberación de prisioneros

Por otro lado, han anunciado la liberación de "cientos de prisioneros" con motivo de la festividad musulmana del Eid al Adha o Fiesta del Sacrificio.que todavía no han contestado al ofrecimiento del Gobierno afgano, reciben la oferta en una posición reforzada después de lograr entrar la semana pasada en la ciudad oriental de Ghazni, lo que provocó cinco días de combates con las fuerzas de seguridad afganas.

Considerada como uno de los mayores éxitos militares de los talibanes hasta la fecha, la ofensiva se saldó con la muerte de al menos medio millar de personas, entre ellos un centenar de efectivos de las tropas afganas.

De acuerdo con información difundida a finales del año pasado por el Congreso de Estados Unidos, el Ejecutivo afgano controla cerca del 56 % de Afganistán, los talibanes dominan un 11 % y el resto es territorio en disputa.

El anuncio de Gani se produce, además, un día después de que el líder de los talibanes, el mulá Haibatullah, renovase ayer su llamado a Estados Unidos a que se siente a la mesa de negociación con el grupo insurgente.

El pasado febrero, los talibanes llamaron por primera vez a Estados Unidos a dialogar directamente a través de su oficina en Catar, en un mensaje inusual y tras reiterados rechazos a cualquier conversación con el Gobierno de Kabul y sus aliados internacionales.

Los talibanes hicieron un contacto inicial con el Gobierno afgano en Pakistán en julio de 2015, pero el proceso quedó suspendido pocos días después al conocerse la muerte del fundador del movimiento insurgente, el mulá Omar, dos años antes.

Desde entonces, se han negado a sentarse a la mesa con el Ejecutivo de Kabul.