Con la etiqueta #MyCameraIsMyWeapon (mi cámara es mi arma) un grupo de mujeres iraníes está protestando contra el uso obligatorio del velo islámico. Ellas han comenzado a caminar por las calles con el cabello descubierto y a filmar todos los ataques que han sufrido, tanto de parte de hombres como de mujeres, por rebelarse contra esta medida legal.
Las mujeres iraníes quieren echar el tiempo atrás porque antes de la revolución islámica de 1979 muchas de ellas seguían el estilo de vestir occidental, con minifaldas y camisetas manga corta incluidas, pero todo esto cambió cuando Ruhollah Jomeni llegó al poder. En su mandato, una ley islámica sobre la modestia obligó a las mujeres a cubrirse el cabello, quitarse el maquillaje y usar mantos hasta la rodilla. Cuando la medida fue impuesta, más de 100.000 personas tomaron las calles para protestar contra la ley, pero hasta el día de hoy la presión opositora no ha sido suficiente para cambiar las cosas.
La publicación de un vídeo que muestra a un miembro de la “policía de la moral” violentar a una mujer tras negarse a cubrirse el cabello en un parque desató la polémica e impulsó a las mujeres a actuar. La feminista y periodista, Masih Alinejad, con la creación de la etiqueta y la página de Facebook My Stealthy Freedom, seguida por más de un millón de personas, ha facilitado la difusión de las agresiones contra las mujeres que luchan por no tener que usar el velo, que para Alinejad es “el símbolo más visible de la opresión".
La popularidad de Alinejad creció en 2014, cuando publicó en Facebook una foto de ella corriendo por Inglaterra con el cabello suelto y una sonrisa en su rostro. En el pie de foto escribió: "Cada vez que corro en un país libre y siento el viento en el pelo, me recuerda el período durante el cual mi pelo fue rehén del gobierno".
Desde el inicio de 2018, el número de mujeres iraníes que desafían la obligación de cubrirse el pelo ha ido en aumento, lo que muestra el deseo de cambio que hay en la sociedad. Masih Alinejad contó en una entrevista a la cadena francesa TV5 que “a los ocho años tuve que quedarme dentro de mi casa mientras mi hermano Alí, solo dos años mayor que yo, tenía permiso para salir a divertirse”. “Vengo de una familia muy tradicional. En Irán, el lugar de las mujeres está en la cocina. Mi madre pasó su vida allí”.
Miércoles blanco
Otra etiqueta que recopila la lucha de las iraníes en las redes es #whitewednesdays (miércoles blancos). Algunos miércoles pañuelos y prendas blancas sirvieron de símbolo de protestas. Y pese a que las dificultades no han sido pocas, una participante dijo a la BBC que no se rendirá porque "incluso si esto me lleva a la cárcel y a dormir con cucarachas, valdría la pena ayudar a la próxima generación".
En febrero de este año la Policía de Irán detuvo a 29 mujeres, a las que describieron como “engañadas”, por quitarse el velo islámico en la calle y agitarlo en palos en señal de protesta. Según las leyes del país las mujeres que muestran su cabello en público pueden ser encarceladas por hasta dos meses.
La iniciativa, también impulsada por Masih Alinejad, motivó a más de 200 mujeres a enviar sus vídeos en las primeras dos semanas, algunos de los cuales ya han tenido 500,000 visitas. Por su activismo, la líder del grupo vive en exilio en Estados Unidos desde el 2009 y por el momento no regresará a su país porque teme ser arrestada o acosada. Tras esta última campaña, el editor jefe de la agencia de noticias Tasnim de Irán publicó una foto de Alinejad con su esposo, llamándola prostituta.
La Fiscalía General de Irán considera que el movimiento está alentado por una influencia extranjera. En declaraciones a la agencia local de noticias ISNA, el fiscal general, Mohamad Yafar Montazerí, dijo que esta conducta se debe a la “ignorancia” y a una “estimulación de sentimientos” que llega “desde fuera del país”. Montazerí aseguró que se trata de un “movimiento infantil” que busca repercusión en las redes sociales y sigue un plan predeterminado.
A pesar de esta resistencia parece que las mujeres iraníes no se van a rendir: ”Estas mujeres dicen: ‘Es suficiente, es el siglo XXI y queremos ser nuestro verdadero yo’”, ha dicho la activista Masih Alinejad a la fundación Thomson Reuters.