El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció el 8 de mayo que Washington se retiraba del acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y seis potenciales mundiales. Esto ha supuesto una complicación para la economía del país porque el pacto era la condición que pusieron otros países occidentales para levantar las sanciones económicas contra Irán, porque este aseguraba que el país pondría límites a su polémico programa de energía atómica. Al salir del pacto, Estados Unidos ha impuesto una serie de sanciones que ha generado incertidumbre hacia la futura situación económica de la República Islámica.
Una serie de aerolíneas occidentales como Air France, KLM y British Airways han anunciado la interrupción de vuelos a Irán alegando que hay una "falta de viabilidad comercial". La última en hacerlo fue la compañía británica, que ha dicho que suspenderá sus vuelos entre Londres e Irán. El último vuelo de salida desde la capital británica a Teherán partirá el 22 de septiembre, y el último vuelo de regreso a Inglaterra será el 23 del próximo mes. El embajador de Irán en Gran Bretaña, Hamid Baeidinejad, lamentó la decisión de British Airways, escribiendo en su cuenta oficial de Twitter: "Considerando la gran demanda ... la decisión es lamentable".
A pesar de que ejecutivos de la compañía han asegurado que la decisión no tiene nada que ver con la política, esta no es la primera vez que British Airways suspende el mismo servicio, ya que en octubre del 2012 la aerolínea cortó la vía debido a la inestabilidad política en el país y la volvió a abrir en el 2016.
Qatar Airways, sin embargo, afirmó que la demanda de viajes a Irán sigue siendo fuerte. Su presidente, Akbar Al Baker, aseguró a Reuters que "volamos a Irán con muchas frecuencias. Vamos a tres destinos en Irán ", y que “Irán es un gran mercado… de más de 90 millones de personas: viajeros educados y muy agradecidos. No nos involucramos en política. Somos una aerolínea”.
Jonny Bealby, fundador de la operadora turística Wild Frontier, describió la suspensión como "una vergüenza" en una entrevista a The Independent, porque "hemos enviado más de 1.500 personas a Irán sin incidentes en los últimos 10 años", y considera que esta suspensión muestra el lado negativo de que la política se inmiscuya en otros ámbitos porque "lo mejor de los viajes es que rompe las fronteras y trasciende las disputas geopolíticas. Una y otra vez nuestros clientes regresan diciendo que los iraníes fueron los locales más amigables que jamás hayan conocido. La hospitalidad persa es legendaria", dice Bealby. Otras compañías como Austrian Airlines mantienen sus servicios a la república islámica pero sus directivos ya han advertido que seguirán de cerca la situación.
Trump presiona a Occidente
La Casa Blanca ha instado a compañías extranjeras a cerrar sus negocios en Irán y ha asegurado que en caso contrario impondrá sanciones a todos aquellos que mantengan sus lazos comerciales con el país persa.
Para ayudar a Irán, la Comisión Europea adoptó el pasado jueves un primer paquete de apoyo a Irán de 18 millones de euros, destinados a proyectos sostenibles en el ámbito del desarrollo económico y social, y que se enmarca en el conjunto de medidas aprobadas por Bruselas en las últimas semanas para contrarrestar la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear el pasado mayo. Estos fondos forman parte de un paquete mayor con el cual Bruselas prevé destinar 50 millones de euros en ayudas a Irán.
Pero no todos los países apoyan a Irán. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llamo a la comunidad internacional a "seguir el ejemplo de Estados Unidos", porque "cuanto mayor sea la presión sobre Irán, mayores son las posibilidades de que el régimen retrase su agresión", y añadió, "todos deberían unirse a este esfuerzo", en un comunicado transmitido por la oficina de prensa del primer ministro.
Otras industrias afectadas
Las tradicionales alfombras persas, los sabrosos pistachos y el exclusivo caviar son artículos que definen a Irán y para los que el mercado estadounidense, un fuerte comprador, vuelve a ser inaccesible debido a las actuales sanciones. En enero de 2016, con la entrada en vigor del acuerdo nuclear con Irán, el Departamento del Tesoro estadounidense permitió las importaciones de productos iraníes que estaban prohibidas desde 2010, pero a partir del pasado 7 de agosto quedaron incluidos de nuevo en la lista negra.
Los países europeos estudian en la actualidad fórmulas para proteger a sus empresas con intereses en Irán de las sanciones estadounidenses y para salvar, asimismo, el pacto nuclear. En el próximo mes de noviembre entrarán en vigor las sanciones de EEUU contra el sector energético que es de suma importancia para Irán, que tiene una de las mayores reservas del mundo de petróleo y gas.
En el sector automovilístico, el grupo alemán Daimler, que maneja marcas como Maybach, Mercedes-Benz y Smart suspendió sus proyectos en Irán. El pasado lunes, el sector petrolero también sufrió. El ministro de Petróleo de Irán, Biyan Namdar Zangane, anunció que la petrolera francesa Total abandonaría el país justo después de que Estados Unidos anunciase que impondría sanciones a las compañías que hagan negocios con la república Islámica de Irán.
"Esto solo muestra cómo la incertidumbre sobre el acuerdo con Irán está empezando a tener un impacto en el sentimiento empresarial hacia el país", dijo un diplomático europeo.