El presidente surcoreano, Moon Jae-in, ha aterrizado este martes en el aeropuerto de Sunan de Pionyang, donde celebrará una cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, clave para avanzar en el diálogo sobre desnuclearización con Washington.
El Boeing 747 presidencial ha aterrizado a las 9.49 hora local (1.00 GMT), unos 10 minutos antes de lo inicialmente previsto, y Moon ha sido recibido por el propio Kim en la pista.
Esta cumbre, la tercera en la que participan Kim y Moon este año, tiene como objeto seguir mejorando los lazos entre los dos países, técnicamente aún en guerra, y desentumecer las estancadas negociaciones entre Washington y Pionyang para la desnuclearización del régimen norcoreano.
Ambos líderes replicaran así la histórica escena que protagonizaron hace 18 años su padre, Kim Jong-il, y el entonces presidente surcoreano, Kim Dae-jung, cuando el segundo aterrizó en Sunan para celebrar la primera cumbre intercoreana de la historia.
Moon viaja acompañado por la primera dama, Kim Jong-sook, y 14 altos funcionarios y miembros del Gobierno, entre ellos, la ministra de Exteriores, Kang Kyung-wha, y los titulares de Defensa y Unificación, Song Young-moo y Cho Myoung-gyon.
En la delegación, compuesta por unas 110 personas, también le acompañan los principales líderes empresariales surcoreanos, lo que subraya los deseos de intensificar la cooperación económica intercoreana pese a lo mucho que complica esa posibilidad las sanciones que pesan actualmente sobre el régimen.
Tras la recepción en Sunan, la comitiva surcoreana será transportada a la residencia para jefes de Estado Baekhwawon, un complejo a las afueras de Pionyang que ocuparon también los expresidentes surcoreanos Kim Dae-jung y Roh Moo-hyun en las cumbres de 2000 y 2007.
Se espera que, tras un breve almuerzo de la delegación sureña en esta residencia, se produzca la primera reunión entre ambos líderes, posiblemente en la sede del Partido de los Trabajadores norcoreano, donde tiene su oficina Kim Jong-un y donde ha recibido anteriormente a delegados de Seúl para preparar encuentros con Moon.
Parte de la cumbre, la primera cita intercoreana de líderes que se celebra en Pionyang en 11 años, será retransmitida al exterior en directo, la primera vez que Corea del Norte permite algo semejante.