El imaginario popular identifica Italia con el Coliseo, las góndolas, la pasta y... las Vespas. Este vehículo que nació en Pontedera (Génova) en 1946, ha dado la vuelta al mundo y puede verse en las calles de ciudades de todo el globo. Y es que este característico ciclomotor es algo más que un vehículo: es una seña de identidad, una declaración de intenciones y, sobre todo, un icono.
Solo en Génova hay unas 180.000 Vespas entre una población de 600.000 habitantes. Los genoveses son, de hecho, los italianos que menos coches tienen, solo por detrás de los venecianos. Las Vespas han alcanzado la cifra mundial de 18 millones de ventas.
La mia Vespa non si tocca
Marco Bucci, el alcalde de Génova, tiene un plan para las Vespas en la ciudad. "Nos tenemos que asegurar de dejar fuera del centro de la ciudad los vehículos más contaminantes", dice Bucci. Fue en el 70 aniversario de Vespa, en 2016, cuando el alcalde de la ciudad hizo el primer intento de restringir el acceso de estos ciclomotores al corazón de la ciudad. Esta medida pasaría por prohibir circular por en centro a las scooters fabricadas antes de 1999 entre las 7 de la mañana y las 7 de la tarde.
Esta iniciativa por reducir la contaminación en el centro de Génova desató más de un enfado. Twitter se llenó de posts con el hashtag #lamiavespanonsitocca (#mivespanosetoca), y el esfuerzo de los amantes de la Vespa no fue en vano, pues la iniciativa del municipio se echó para atrás y no instauró la medida "anti-vespas". Corrado Nicora, el secretario del Club de la Vespa de Génova dice lo siguiente sobre estos ciclomotores: "En Génova no es una moda, las usamos".
Los clubes de Vespas y motocicletas, junto a los lugareños, se pusieron de acuerdo para presentar al Ayuntamiento un documento de 26 páginas para convencer al consistorio de que las Vespas no suponen un gran impacto en la contaminación de la ciudad. En esa presentación, se aportan datos que afirman que los modelos más antiguos de Vespas suponen solo 3.000 vehículos de las 180.000 Vespas que hay en Génova. Además, los defensores del icónico vehículo giraron la mirada hacia los cruceros que atracan en el Puerto Viejo de la ciudad: estos barcos emitieron 3.176 toneladas de dióxido de nitrógeno en 2011, mientras que las emisiones de las Vespas se cifró en 41 toneladas.
La Dolce Vespa
La Vespa nació cuando su creador, Enrico Piaggio, se embarcó en un desafiante proyecto: crear un transporte asequible para las masas. Con la ayuda de Conrradino d'Ascanio, un ingeniero aeronáutico, se fraguó un diseño de motocicleta equilibrado y estrecho, parecido a la figura de una avispa. Y de ahí su nombre: Vespa significa "avispa" en italiano.
Nick Broomhall, el portavoz de Piaggio, cuenta lo siguiente sobre el por qué de ese diseño para la Vespa: "Imagina cómo eran las carreteras de Italia después de la guerra. Había que conseguir un dispositivo ligero y fácil de manejar, y que puedas conducir sin ensuciarte". "El scooter fue especialmente adaptado a las condiciones urbanas", continúa Broomhall.
La Vespa representaba todo aquello que reprimía el ambiente de posguerra italiano: la libertad y la independencia. El aclamado escritor italiano Umberto Eco, quien falleció en 2016 (casualmente coincidiendo con el 70 aniversario de Vespa), escribió un ensayo sobre este vehículo, tan especial para él. "Esto es lo que la Vespa era para mí: un instrumento mágico, que realmente nunca deseé", decía Eco en sus textos.
En la cultura popular
Las Vespas han desarrollado un papel fundamental en la cultura de masas. Aparecían en muchas películas de los años 50 y 60, como en Bellissima (1952) de Luchino Visconti o La Dolche Vita (1960) de Federico Fellini. Es muy recordada la imagen de Vacaciones en Roma -incluso 65 años después de su estreno- en la que Ann (Audry Hepburn) se tambalea en el asiento de atrás de una Vespa conducida con temeraria habilidad por Joe Bradley (Gregory Peck) recorriendo las calles de Roma. El film, estrenado en 1953 y dirigido por William Wyler, ayudó sin duda a la inmortalización de la Vespa.
Ya en los años 60, la Vespa se convirtió en un elemento imprescindible del movimiento mod británico. Estos modernistas conducían sus Vespas por las calles de Londres, movimiento inmortalizado por la banda The Who en su álbum conceptual de 1973 Quadrophenia. Cuando este álbum se trasladó a la gran pantalla en 1979, el cantante Sting, entonces todavía en The Police, interpretaba a un mod a lomos de su GS Rally Vespa en el papel de Ace Face.
Malos tiempos para la Vespa
Los últimos años no están siendo del todo buenos para las Vespas. En 2014 solo se vendieron 27.000 modelos de la motocicleta italiana. Comparando las ventas con 1980, cuando los ejemplares despachados fueron 600.000, la caída es más que evidente. Y es que entre el primer trimestre de 2017 y 2018, la caída de matriculaciones de scooters de gasolina se desplomó un 40,2%.
Otras ciudades europeas han tomado la iniciativa para reducir la contaminación en sus calles. Este año, Ámsterdam prohibió los modelos anteriores a 2011 en su zona de bajas emisiones y, en 2016, París excluyó todas las motos y scooters anteriores al 2000 del centro de la ciudad durante el día de lunes a viernes.
Bucci está interesado en proyectar una imagen moderna para Génova. Esta misión se ha hecho más urgente tras la caída del Puente Morandi en agosto, cuando murieron 43 personas. "Está tratando de ser inteligente, de revolucionar a Génova", dice Nicora. Sin embargo, Broomhall admite que Piaggio está luchando para mantenerse relevante en el siglo XXI. "La motocicleta y la industria de los scooters están sufriendo porque no atraen a las personas más jóvenes", afirma tajantemente. "Si tienen dinero, prefieren gastarlo en un dispositivo móvil".
Sin embargo, en Génova, la Vespa todavía representa unos valores y un estilo de vida al que sus habitantes no quieren renunciar. Sería como intentar eliminar los Cadillacs en Cuba. Bucci está adoptando una línea más suave de su predecesor, prometiendo a los propietarios de Vespas de la ciudad "tiempo para adaptarse". Pero el regidor italiano tiene claro lo que quiere hacer. "Nuestra estrategia es favorecer a los vehículos eléctricos".
Los clubes locales de Vespa han afirmado estar listos para reanudar su lucha. Nicora muestra con orgullo las fotos de su GTS 300 personalizado, con un tubo escape negro mate, faros LED y pantalla digital. Nicora entiende las medidas de ciudades como Ámsterdam o París, pero reivindica el uso de las Vespas en Génova. "La gente habla de globalización, pero no se puede controlar a la gente. ¿Por qué todos tenemos que ser iguales?", se pregunta Nicora.