El régimen venezolano ha liberado al dirigente de Primero Justicia Lorent Saleh pocos días después de la muerte, oficialmente por suicidio, del concejal opositor Fernando Albán mientras estaba bajo custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Saleh, de 30 años, llevaba más de cuatro años encarcelado sin juicio ni acusaciones oficiales en su contra y, según fuentes consultadas por EL ESPAÑOL, se encontraba en la noche del viernes en el Aeropuerto de Maiquetía con el embajador de España. Su llegada a Madrid, al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas, estaba prevista para este sábado a las 10.15 horas.
Saleh fue galardonado, junto al resto de los presos políticos y de la oposición democrática venezolana, con el Premio Sajárov a la Libertad de Conciencia del Parlamento Europeo en el año 2017. Una de sus impulsoras principales, la vicepresidenta de la Subcomisión de Derechos Humanos de la Eurocámara, Beatriz Becerra, ha acudido a darle la "bienvenida a España".
Becerra, comprometida con la lucha por las libertades en Venezuela, ha declarado que "la lucha continúa, íntegra y sin atajos". Y ha deseado a Saleh que pronto pueda reunirse con su madre, Yamile Saleh, quien en la noche del viernes supo del destierro de su hijo mientras lo esperaba alas puertas del centro de detención del Sebin en Caracas.
El líder juvenil fue detenido por presuntamente alterar el orden público debido a su participación en manifestaciones antigubernamentales. La Comisión para la Verdad de la ilegítima Asamblea Nacional Constituyente (ANC) instaurada por el chavismo ha confirmado en un comunicado que su excarcelación fue aprobada el 11 de octubre y, "por petición de la familia", Saleh ha salido este viernes del país.
La presión internacional sobre el régimen de
La figura del destierro no está contemplada en el Código Penal venezolano ni en su Constitución, pero no será ésta la primera vez en la que Maduro resuelve lo que le viene en gana respecto de los opositores, en este caso oficialmente "por petición de la familia". De hecho, Saleh es el cuarto líder democrático que es enviado a España por orden de la Asamblea Nacional Constituyente, el órgano que la dictadura ha inventado para suplir los poderes del Parlamento, único reducto de la división de poderes, en manos de la oposición desde las elecciones de diciembre de 2015.
La liberación de Saleh ha sido posible gracias a la intervención del Gobierno español, que envió al secretario de Estado de Cooperación Internacional, Juan Pablo de Laiglesia, quien ha mantenido contactos "de amplio espectro" con todos los sectores. Entre las reuniones mantenidas figura una con el ministro de Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, según informó el Gobierno chavista. Esto ha sido posible de acuerdo al nuevo ambiente de relaciones inaugurado por el ministro español de Exteriores.
Nada más tomar posesión de su cargo,
Este nuevo ambiente bilateral fue recibido con "decepción" por la oposición venezolana y por los líderes de la diáspora opositora en España que, en conversaciones con este diario, llamaron la atención ante la posibilidad de que "el Gobierno socialista se acerque demasiado alas posiciones del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha sido el mejor servidor y encubridor de la dictadura de Maduro".
Zapatero ha sido ampliamente criticado no sólo por la parte democrática de los políticos venezolanos, sino por el propio secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, quien llegó a aconsejarle "que no sea imbécil", mientras sugería la necesidad de que una intervención militar extranjera sea la única solución para la crisis económica, política, social e institucional de Venezuela.
Críticas al destierro
Según la ONG Foro Penal, que defiende a detenidos, el traslado de Saleh constituye un destierro. "Pese a que el Artículo 50 de la Constitución de Venezuela estos han sido los expresos políticos desterrados: Lorent Saleh - España; Vilca Fernández - Perú; Francisco Márquez - España; Gabriel San Miguel - España", ha denunciado la organización a través de Twitter.
Saleh cobró notoriedad en Venezuela al encabezar en el 2011 una huelga de hambre de casi un mes frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) para exigir la libertad de los que dijo eran presos políticos. Desde entonces lideró otras protestas antigubernamentales.
Intentó refugiarse en Colombia, cuyo Gobierno -entonces presidido por Juan Manuel Santos, inmerso en las conversaciones con los narcoterroristas de las FARC, que estaban auspiciadas por el régimen de Nicolás Maduro en La Habana- terminó deportándolo a fines del 2014 a Venezuela bajo el argumento de que estaba haciendo actividades proselitistas en ese país.
Satisfacción del Gobierno
El Gobierno español ha expresado su satisfacción por la liberación de Lorent Saleh, que esta mañana ha llegado a Madrid en un vuelo procedente de Caracas. Para el Ejecutivo de Pedro Sánchez, la decisión del Gobierno de Nicolás Maduro de liberar a Saleh va en la dirección correcta para contribuir a generar un clima de confianza que permita una salida democrática, pacífica y negociada entre venezolanos.
Así lo señala en un comunicado, en el que subraya su disposición a contribuir de manera constructiva a ese objetivo de "reconciliación" entre los venezolanos.
El Gobierno de Sánchez destaca que Saleh fue galardonado en 2017 por el Parlamento Europeo con el Premio Sajarov y que desde 2014 se encontraba detenido en las dependencias del Sebin.