Mohamed bin Salman, el príncipe heredero al trono de Arabia Saudí, ha sido ovacionado con el auditorio en pie a su entrada por sorpresa en la cumbre Future Investment Initiative (FII), conocida como 'Davos del desierto', que se celebra en Riad.
Del FII se han borrado buen número de invitados -incluidos jefes ejecutivos de Goldman Sachs o JP Morgan y ministros de finanzas- a medida que estos últimos días se han ido conociendo detalles sobre el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en Estambul.
Pese a ello, más de 3.000 personas han asistido al foro, en su mayoría huidizos con los medios al ser preguntados por Khashoggi, como ha ocurrido con Bin Salman, que no ha pronunciado palabra y se ha mostrado animado y relajado conversando en primera fila con el rey de Jordania, Abdalá II.
Su llegada se ha producido después de que, según la agencia oficial SPA, se reuniera en compañía del rey saudí, Salman bin Abdelaziz, con uno de los hijos de Khashoggi para ofrecerle sus condolencias a toda la familia.
Khashoggi desapareció el pasado 2 de octubre y tras semanas de negativas, el sábado las autoridades saudíes admitieron que el periodista, crítico moderado del régimen, había 'muerto' y que 18 compatriotas habían sido arrestados.