Día extraño en Estados Unidos. Lo que comenzaba con paquetes sospechosos dirigidos al domicilio de Hillary Clinton en Nueva York y el despacho de Barack Obama en Washington ha continuado con la evacuación del Time Warner Center, frente a Central Park, por amenaza de bomba en la redacción de CNN y con más cartas explosivas con destino a líderes de corte demócrata, como la recibida el lunes por el multimillonario George Soros.
Las autoridades de Nueva York han calificado de de "acto de terrorismo" el artefacto enviado a las oficinas de la CNN, si han descartado "amenazas específicas" en la ciudad. En una rueda de prensa conjunta del alcalde, Bill de Blasio, el gobernador del Estado, Andrew Cuomo, y las fuerzas de seguridad, Cuomo ha señalado que dado el "patrón" de los incidentes ocurridos no le "sorprendería que aparezcan más dispositivos".
Cuomo ha revelado asimismo que en su oficina en Manhattan también se había identificado otro paquete sospechoso, que resultó ser una falsa alarma. Por su parte, De Blasio ha dicho: "Lo que hemos visto es un esfuerzo para aterrorizar, un acto de terror que pretende socavar la prensa libre y a los líderes del país mediante actos de violencia, pero la ciudad de Nueva York no se va a sentir intimidada".
Bombas de fabricación casera
El jefe de la policía de Nueva York, James O'Neill, ha explicado que el paquete hallado en el edificio Time Warner contenía un aparente "artefacto explosivo vivo" y un sobre con "polvo blanco", y que ambas cosas están siendo investigadas. Ése y otros dispositivos enviados a Clinton, a Obama o a la congresista demócrata Debbie Wasserman Schultz eran "bombas de fabricación casera".
Las fuerzas del orden están colaborando por si "se desarrollan incidentes en otros lugares", ya que "parece que uno o más individuos han enviado múltiples paquetes similares", y tienen desplegados unos 20.000 efectivos de seguridad privada.
Trump condena los "atroces intentos de ataque"
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha condenado lo que considea "atroces" intentos de ataque contra destacadas figuras demócratas de Estados Unidos y ha instado al país a "unirse" para rechazar los "actos o amenazas de violencia política".
"Estamos extremadamente enfadados, disgustados, infelices sobre lo que ha ocurrido esta mañana, y llegaremos al fondo de esto", ha dicho Trump al comienzo de un discurso en la Casa Blanca sobre la crisis de adicción a los opiáceos en Estados Unidos.
"Tenemos que unirnos. Tenemos que unirnos y enviar el mensaje claro, rotundo, inconfundible de que los actos o amenazas de violencia política de cualquier tipo no tienen cabida en Estados Unidos", ha subrayado.
Trump no ha mencionado explícitamente al expresidente Obama, Clinton ni ninguno de los otros objetivos de los paquetes sospechosos interceptados en las últimas horas y ha hablado en general de los intentos de ataque a "exaltos cargos del Gobierno" y figuras en posiciones de poder.