Hatice Cengiz, la prometida de Jamal Khashoggi, ha roto su silencio. Lo ha hecho en la televisión Habertürk, contando los pormenores de la primera y la segunda y definitiva visita al consulado saudí en Estambul, donde el periodista quería tramitar sencillamente papeles para divorciarse de su anterior esposa.
La primera se produjo el 28 de septiembre, cuando los funcionarios instaron a Khashoggi a regresar otro día. Según los investigadores, ese día se pone en marcha el plan para el asesinato. Cuenta Cengiz que su pareja no le advirtió de peligro alguno, si bien le dio en días previos un contacto, el de un tal Yasin Aktay, asesor del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en caso de que hubiera algún problema en el país.
Cengiz describe al fallecido como una persona preocupada y marcada por estar lejos de su familia, así como que querían establecer su vida entre Turquía y Estados Unidos, donde Khashoggi escribía para The Washington Post.
No quiere una foto con Trump
"Cuando llegamos a Estambul el 10 de septiembre -cuenta la viuda en la entrevista-, comenzamos a prepararnos para el matrimonio. Comenzamos los trabajos matrimoniales con la entrevista y aprobación. Los papeleos tomaron un tiempo, pero tendríamos boda. (...) Fuimos al municipio para hacer una solicitud oficial. La razón para ir al consulado era obtener un documento que demostrara que actualmente no estaba casado".
Por último, señala que no ha recibido llamada alguna desde Arabia Saudí pese a que el rey y el príncipe recibieron allí a dos familiares de su prometido para darles el pésame. Sí que la ha recibido de la Casa Blanca, pero ha rechazado el ofrecimiento porque no quiere protagonizar una foto con Donald Trump que pueda volcar a la opinión pública a su favor. Entiende Cengiz que Estados Unidos no está siendo creíble ni riguroso en sus investigaciones.