El asesinato y descuartizamiento de Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul sigue coleando. Si bien la polémica internacional ha bajado sus decibelios en los medios, es ahora cuando juegan los actores políticos su partida de verdad, una vez tomadas las posiciones en el tablero internacional. Ahora, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado que tanto Arabia Saudí como otros países clave en las relaciones de su país con el mundo globalizado ya tienen los "registros" de las grabaciones de los hechos.
Erdogan dijo este sábado que estas cintas ya obran en poder de las autoridades de EEUU, Francia y Reino Unido, entre otros, y que éstas ya "escucharon las conversaciones" que contienen. "Hemos dado los registros a Arabia Saudí, a Estados Unidos, a Alemania, a Francia, al Reino Unido, se los dimos a todos. Ellos han escuchado las conversaciones, ellos saben. No hay que darle tantas vueltas", dijo Erdogan.
El presidente recordó que las investigaciones turcas demuestran la llegada de un equipo de 15 agentes saudíes a Estambul, el mismo día que fue asesinado Khashoggi en el consulado de su país, el 2 de octubre pasado.
"No tenemos documentos, no hay hallazgos. Pero hay información. Estas 15 personas, con toda certeza, saben tanto quién es el asesino, como dónde se llevó el cuerpo", dijo Erdogan durante una rueda de prensa en Ankara, antes de partir a París para asistir a la conmemoración del armisticio de la Primera Guerra Mundial.
Recordó que, según Riad, el cadáver se había entregado a un "colaborador local" e insistió en que se aclarara quién es, si realmente existe. Erdogan dijo que Turquía había conseguido que Riad enviara a su fiscal jefe a Estambul para reunirse con su colega turco, pero se quejó que el único resultado fuese que invitara al fiscal turco a Arabia Saudí.
"¿Qué tendría que hacer nuestro fiscal allí? El lugar del crimen está aquí. Hay que hablar aquí. Hasta el cónsul se ha ido. No tiene sentido ir alargando las cosas de esta manera", insistió el mandatario turco.
"El asesino está entre esos 15. No hay que buscar en otro sitio", concluyó Erdogan.
Un periodista crítico con MBS
Khashoggi, colaborador del Washington Post, fue asesinado el 2 de octubre en el consulado de Arabia Saudí en Estambul, al que fue para realizar unos trámites necesarios para casarse. El columnista era un conocido periodista crítico con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman (MBS), y sus políticas.
Después de negar los hechos y sostener que el periodista salió del consulado, las autoridades saudíes finalmente admitieron que el periodista fue asesinado durante una operación "no autorizada" por Riad.
En una columna publicada el 2 de noviembre por el Washington Post, el presidente Erdogan acusó a "los más altos niveles" del Gobierno de Riad de ordenar la ejecución, aunque excluyó al rey Salman.