Un niño argentino se cuela en la audiencia general del Papa Francisco
El niño escapó de su madre y subió a la zona donde estaba sentado el pontífice.
28 noviembre, 2018 11:36Un niño argentino de unos siete u ocho años ha sido el protagonista en la audiencia general del Papa al acceder al escenario del Aula Pablo VI para jugar durante algunos minutos y sobre quien Francisco hizo una broma al decir que era argentino, y por tanto "indisciplinado".
El niño estaba sentado en las primeras filas de la sala, donde se sitúan los enfermos, y en un momento determinado escapó de su madre y subió a la zona donde estaba sentado el pontífice celebrando la audiencia.
El niño se puso a jugar alrededor de uno de los guardias suizos y a correr por ese espacio. Luego se acercó al papa y este le pidió que le diese un beso.
A la salida de la audiencia los padres del niño, argentinos, pero que viven en Italia desde hace años, explicaron a los medios entre risas, que la acción del niño "no estaba programada" y que es "una de esas cosas hermosas que regala Dios".
"Wenzel estaba un poco aburrido y, sin esperanza de que fuera a hacerlo, le dijimos que si quería saludar al papa, que fuera. ¡Y no se lo pensó dos veces: se fue!", relató el padre del pequeño.
La madre contó que Wenzel Eluney tiene "un autismo bastante grave, no verbal" y que "nunca obedece", pero que cuando le dijo en broma que fuera a saludar al papa "se largó".
"¡No lo podía creer! Subí para agarrarlo y le conté al papa que somos argentinos y que si le podía dar una bendición. Me dijo que le dejara estar arriba, pero cuando vi que iba correteando, le dije a su hermana que lo fuera a buscar pero el papa me hizo señas para que le dejara", comentó la madre.
Después Jorge Bergoglio se giró hacia el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Gaenswein, y le dijo sonriendo: "Es argentino... indisciplinado". Durante varios minutos, el niño correteo libre por el escenario e incluso una niña, con probabilidad su hermana pequeña, también subió para intentar, sin éxito, devolverle a su sitio.
Después el papa, durante los saludos a los fieles de lengua española, explicó que el niño no podía hablar, que era mudo, pero "sabe comunicarse y expresarse" y que era "libre" y bromeó: "indisciplinadamente libre"