Fuentes del Kremlin y Washington, según avanza el Washington Post, ha confirmado que los presidentes de EEUU y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin, se reunirán "brevemente" el sábado en la cumbre del G20 que se celebra en Buenos Aires.
Ambos líderes debatirán sobre temas como la seguridad estratégica, las políticas entre Rusia y EEUU y los conflictos regionales. El portavoz del Kremlin Dmitry Peskov ha dicho que "estos temas interesan no solo a nuestros dos países, sino a todo el mundo".
Este anuncio se enmarca en el contexto de que, si bien en un principio Trump había afirmado que mantendría en el G20 un encuentro bilateral con el príncipe saudí Bin Salmán, fuentes oficiales estadounidenses afirmaron el martes que ese encuentro a solas no se producirá.
A la cumbre de jefes de Gobierno y de Estado de Buenos Aires se reunirán los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump; de Francia, Emmanuel Macron y de Rusia, Vladímir Putin.
Trump también se verá con el presidente chino
China mostró hoy su esperanza de obtener "resultados positivos" del encuentro entre su presidente, Xi Jinping, y el de Estados Unidos, Donald Trump, que se celebrará en el marco de la cumbre del G20 en Buenos Aires que comienza este viernes y en la que se espera que se hable de la guerra comercial.
"Esperamos que Estados Unidos vaya en el mismo rumbo que China, esforzándose para conseguir resultados positivos en el encuentro", dijo en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng.
Preguntado acerca de las expectativas chinas ante la reunión, Gao respondió que Pekín "ha reiterado varias veces que lo esencial de la colaboración comercial entre China y Estados Unidos es el beneficio mutuo".
"Hace poco tiempo, los dos presidentes mantuvieron una conversación telefónica en la que estuvieron de acuerdo en promover un plan que ambas partes puedan aceptar en materia comercial", agregó.
En una entrevista con el diario Wall Street Journal publicada este martes, Trump consideró "muy improbable" una postergación de la subida de aranceles al 25 % para bienes por valor de 200.000 millones de dólares importados de China, como quiere Pekín mientras las dos partes negocian.
Según dijo, si no se llega a un acuerdo con Xi para la apertura de su mercado a las exportaciones estadounidenses, proseguirá con su presión comercial sobre la segunda economía mundial gravando otros bienes sobre los que aún no ha aplicado subidas arancelarias.