A 16 minutos de dar la medianoche, los eurodiputados siguen debatiendo en Estrasburgo. Acaso sea cierto que haya alguno de ellos que no trabaje mucho, como dice el mito, pero la ocasión indeseada de vivir un ataque presuntamente terrorista en la ciudad sede de la soberanía europea, ha permitido a este periodista comprobar que la construcción de Europa se hace en serio.
A las 20.00 horas, según la información oficial de la Prefectura, un hombre ya fichado por la policía como especialmente peligroso, abría fuego en el mercado navideño de Estrasburgo. El balance oficial, a 12 minutos de la medianoche, lo acaba de emitir la Prefectura: siguen siendo dos personas muertas y 12 heridas, seis de ellas graves.
Ya son las 0.00 horas y el hemiciclo se ha vaciado hace dos minutos. Ha acabado la sesión del pleno, que dio comienzo a las 9.00 horas de la mañana. Pasadas las 21.00 horas, el presidente de la Eurocámara, el italiano Antonio Tajani, interrumpía momentáneamente los debates y se dirigía a los eurodiputados para informarles del "ataque criminal" ocurrido a apenas tres kilómetros de aquí.
Una ciudad de cuento
La ciudad está estos días llena de turistas procedentes de toda Europa. Su famoso mercado navideño, el más grande de Europa y que inauguró la tradición en la región de Alsacia, en 1540, atrae a franceses y alemanes. Hasta muy poquitos kilómetros antes de la ciudad viniendo del norte, el río Rin hace frontera entre ambos países. Aquí en Estrasburgo se adentra en Francia y cruza el centro, creando pequeñas islas de cuento que alojan una catedral de más de ocho siglos y que se decoran en esta época con más de 300 casetas repletas de productos típicos, iluminaciones hermosas, vinos y recuerdos.
El terror ha atacado este martes"en el corazón de una de las ciudades símbolo de la Europa unida". Así se ha expresado Tajani en declaraciones a EL ESPAÑOL. Aún trataba el presidente de recabar información oficial para atender a los medios cuando ha atendido a este periódico a las puertas del hemiciclo. No eran todavía ni las 22.00 horas y nos acababan de informar de que estábamos confinados hasta nueva orden por nuestra "propia seguridad" y "por orden de la Prefectura".
El presidente, premio Princesa de Asturias y quien se ha distinguido en el último año por ser el líder europeo que más claro ha hablado defendiendo la institucionalidad, la Constitución y el Estado de Derecho durante el desafío separatista catalán, señalaba las pantallas y en un perfecto castellano quería remarcar un hecho: "El parlamento está cerrado, no podemos entrar ni salir, pero se mantiene el debate, porque nosotros no tenemos miedo del terrorismo, no tenemos miedo de los que intentan bloquear la democracia, la libertad es más fuerte que el terrorismo".
"No han atacado el Parlamento"
Al poco, una nueva locución por megafonía nos aclaraba que "los rumores que están corriendo de que el Parlamento ha sido atacado son falsos". El inmueble que acoge la sede de la Cámara que representa a todos los europeos es muy grande, de hecho es un complejo de varios edificios, de modo que no estaba de más que nos aclararan que por aquí no había pasado nada.
Es cierto, muchas veces lo es, que cuando uno está en el centro de la noticia puede acceder a detalles antes que nadie para emitirlos. Como declaraciones del presidente, desmentidos oficiales... Pero todos los demás, los que están fuera, tienen más datos más rápido. Porque cualquier ciudadano tiene hoy en día medios para informarse de inmediato gracias todos los que testigos que, de una manera u otra, tenemos acceso directo a las fuentes. Así, a la prensa le sonó tranquilizador el mensaje.
"La seguridad de este edificio funciona", repetía Tajani a otros medios, "pero lo importante es que seguimos trabajando, que la democracia no bajará la cabeza".
Por entonces, las 22.34, el presidente ya manejaba la información de que el sospechoso era una persona de origen norteafricano, calificada como S, peligrosa, por la policía francesa. Y que incluso su casa había sido registrada en la misma mañana de este martes por un presunto delito común.
Símbolo de la Europa unida
En todo caso, igual que el mercado navideño de Berlín, o los ataques terroristas a Bruselas, en 2016, la ciudad de Estrasburgo se estremecía por su hecho simbólico. La urbe, patrimonio de la humanidad por la Unesco y segunda en el ámbito de las instituciones culturales de Francia, es símbolo europeo tras haberse disputado históricamente entre las potencias alemanas y francesas.
No hace ni un mes que se cumplieron 100 años de su último cambio de soberanía: el 22 de noviembre de 1918, al acabar la I Guerra Mundial, Alsacia pasó a ser francesa, como parte de los pagos que Alemania debía afrontar tras la derrota.
Pero muy poco después de la II Guerra Mundial, Europa pareció haber aprendido las lecciones y Estrasburgo fue designada sede del Consejo de Europa. Aquí tiene también su casa el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y esta ciudad es la anfitriona de los plenos del Parlamento de todos los europeos. Aunque muchos diputados rezonguen por tener que desplazarse una vez al mes desde Bruselas con maletas, dossieres y asistentes, todos comprenden la simbología unificadora de la población.
Por eso, y antes de acercarse sobre las 23.00 horas a la cantina a tomarse una ensalada y una botella de agua junto con el resto de diputados, empleados y periodistas, Tajani se ha empeñado con tanta vehemencia en que en "estos tiempos de acoso a las democracias", debía seguir adelante el trabajo de "quienes la representan". Y no ha dejado pasar la ocasión de, señalando insistentemente a las pantallas que emiten el trabajo dentro del hemiciclo, contarlo en todas las intervenciones que ha tenido después de hablar con EL ESPAÑOL. Ya pronunciara la palabra "democracia" en italiano, "terrorismo" en francés o "libertad" en inglés.
A las 23.32 horas, en una de las salas de fumadores, un periodista chipriota trataba de explicarle a otra griega las razones que él ve para que continúe la división de su tierra. Este miércoles visita el Parlamento Europeo el presidente de Chipre, Nicos Anastasiades. Una isla dividida, de la que hablamos poco, y cuya tragedia se escribe en verjas fronterizas entre familias cuando en esta casa se tiraron las fronteras, se debate de Helsinki a Cádiz y se pacta desde Lisboa hasta Cracovia. Ambos, la griega y el chipriota, concluyen que es mejor reírse, y brindan con vino -la cerveza se acabó antes de las 23.00 horas-.
"Sentimos el dolor, pero somos más fuertes que el terror. Seguimos trabajando con la fuerza de la libertad y la democracia". Tajani sigue tuiteando mientras deja la cantina. Y, la verdad, se le ve preocupado. Pero orgulloso.
Son las 0.48 horas. Seguimos confinados, acaba de tuitear la Prefectura que los hechos "aún están en curso". Una eurodiputada piensa y me cuenta que lo único bueno de este horror es que a lo mejor Emmanuel Macron retoma las riendas, después de un mes en que el país se le iba de las manos entre 'chalecos amarillos'. Quien sabe...
A la 1.30 más o menos, Tajani convoco de nuevo la sesión. Diputados, asistentes y hasta niños ocupaban más de un centenar de escaños. Informó de que el centro seguía sin ser seguro y que la policía ayudaría en una evacuación escalonada del millar de personas encerradas en el Parlamento Europeo. Por el interés de cada diputado en marcar su posición, costumbre o vicio, el debate se prolongó hasta casi las 3.00 de la madrugada.
Ocho horas después salimos de la sede. Mañana continúa el pleno.