Las autoridades iraquíes colocaron este domingo la primera piedra del proyecto de reconstrucción de la Gran Mezquita de Mosul, destruida en 2017 por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) poco antes de perder el control de esta ciudad septentrional que fue su principal bastión en Irak.
El departamento de Asuntos Religiosos Suníes organizó una ceremonia para la colocación de la primera piedra de la mezquita de Al Nuri, que databa del S. XII, y su famoso minarete inclinado, llamado Al Hadba ("El Jorobado").
Al acto en el casco antiguo de Mosul asistieron numerosos representantes del Gobierno iraquí y la directora de la UNESCO en Irak, Louise Haxthausen, ya que el organismo supervisará directamente la reconstrucción del destacado monumento, con la financiación de Emiratos Árabes Unidos (EAU).
Una "evidencia de la recuperación"
El presidente del departamento de Asuntos Religiosos Suníes, Abdelatif al Hamim, aseguró en declaraciones a la prensa que la colocación de la primera piedra es "una evidencia de la recuperación de Irak" después de la guerra contra el EI, que ocupó amplias partes del país árabe entre mediados de 2014 y finales de 2017.
"La reconstrucción refleja los esfuerzos realizados en difundir un mensaje de esperanza, moderación y apertura, frente al fanatismo y el extremismo ideológico, religioso y cultural", aseguró Al Hamim.
Asimismo, destacó la fe de los iraquíes en que "la cultura tiene un gran papel a la hora de afrontar el terrorismo y luchar contra sus medios".
Al Hamim informó de que el proyecto de reconstrucción incluirá la conservación de los restos del antiguo minarete y el levantamiento de uno nuevo, así como la ampliación de las instalaciones de la mezquita, que quedó muy dañada.
50 millones de dólares
El coste del proyecto puede alcanzar los 50 millones de dólares, agregó el presidente del departamento encargado de los monumentos y propiedades islámicas suníes, que destacó que EAU lo financiará, según un acuerdo sellado por los Gobiernos emiratí e iraquí el pasado mes de abril.
La mezquita fue dinamitada por los yihadistas el 21 de junio de 2017, ante el avance de las fuerzas iraquíes sobre el casco antiguo de Mosul, en el que se habían atrincherado los últimos combatientes del EI después de haber sido expulsados de los demás barrios de la urbe que conquistaron en junio de 2014.
Al Nuri tenía una importancia simbólica para el EI porque en ella su líder, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó el 4 de julio de 2014 el "califato" en los territorios que la organización terrorista dominaba por entonces en Irak y Siria.